martes, 6 de octubre de 2015

La intención misionera del mes

Anunciar el Evangelio en Asia es lo que pedía el Papa al pueblo filipino en su visita del pasado enero. En la misa en el Rizal Park les decía que tenían que ser "misioneros de Asia": "El Apóstol nos dice que gracias a la elección de Dios hemos sido abundantemente bendecidos. Dios «nos ha bendecido en Cristo con toda clase de bendiciones espirituales en los cielos» (Ef 1, 3). 

Manila. Delante de una iglesia


Estas palabras tienen una resonancia especial en Filipinas, ya que es el principal país católico de Asia; esto ya es un don especial de Dios, una especial bendición. Pero es también una vocación. Los filipinos están llamados a ser grandes misioneros de la fe en Asia".

Colegio de la Consolación  "Dios nos ha escogido y bendecido con un propósito", añadía el Papa siguiendo con su comentario a la carta a los Efesios", «para que fuésemos santos e irreprochables en su presencia» (Ef 1,4). Nos eligió a cada uno de nosotros para ser testigos de su verdad y su justicia en este mundo. Creó el mundo como un hermoso jardín y nos pidió que cuidáramos de él. Pero, con el pecado, el hombre desfiguró aquella belleza natural; destruyó también la unidad y la belleza de nuestra familia humana, dando lugar a estructuras sociales que perpetúan la pobreza, la falta de educación y la corrupción".

Autobuses en Manila

Y concluía: "Que conceda a todo el amado pueblo de este país que trabaje unido, protegiéndose unos a otros, comenzando por vuestras familias y comunidades, para construir un mundo de justicia, integridad y paz. Que el Santo Niño siga bendiciendo a Filipinas y sostenga a los cristianos de esta gran nación en su vocación a ser testigos y misioneros de la alegría del Evangelio, en Asia y en el mundo entero".   OMPRESS-ROMA (1-10-15)
   Religiosas agustinas de la Consolación

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