En el nombre del
Padre, del Hijo y del Espíritu,
salimos de la noche
y estrenamos la aurora;
saludamos el gozo
de la luz que nos llega
resucitada y
resucitadora.
Y tú te regocijas,
oh Dios, y tu prolongas
en sus pequeñas
manos tus manos poderosas,
y estáis de cuerpo
entero los dos así creando,
los dos así velando
por las cosas….
Para
quien se inserta en una cultura o ambiente budista, este himno de Laudes que
los cristianos solemos cantar muchos días
del año podría ser perfectamente una
expresión de la “Metta Karun”, de la
compasión, de la misericordia de Dios. La “Metta” y “Karun” que en lengua
tailandesa soelmos pronunciarla en muchas ocasiones formando una única palabra,
son parte de las cuatro Viharas, que con “Mudita” y “Uppekka”, gozo y
ecuanimidad, generan relaciones de vida, y pureza de alcance universal. Es
verdad que las tres primeras pudieran
ser formas distintas de única mirada con
la que descubrimos en la vida la misericordia y la compasión. La última se
detiene en las actitudes con las que hemos de sentir dicha compasión.
Cuando
en la Iglesia celebramos hoy el DOMUND con el lema “Misioneros de la
Misericordia”, ahondando en los contenidos propuestos por el Papa Francisco en
su bula “Jesucristo es el rostro de la Misericordia”, quisiera traer a
consideración también una mirada interreligiosa. Sabemos que podemos mirar la
vida con esta misericordia de hermanos con otros hombres y mujeres con experiencias
religiosas similares.
Nos es necesario entendernos como "misioneros de la Misericordia" para ir generando actitudes que generen vida y preserven del daño, que generen paz y nos preserven de las violencias físicas, sociales, económicas, Entendernos como misioneros liberados, distanciados de aquello que perturba el orden de la vida y la felicidad de todos los seres de la tierra. Misericordia entrañable que nos transforme también a cada uno de nosotros.
Por eso quiero en esta mañana hacer oración, encender mi incienso: “suba mi oración, Señor, como incienso en tu presencia, el alzar de mis manos como ofrenda de la mañana”, llenarme de su aroma de suave olor y con mis manos en flor de loto, saludar al mundo y unirme en este mañana resucitada y resucitadora del DOMUND con esta oración de Metta:
Que
todos los seres sean felices, alegres y realizados.
Que
todos los seres sean sanados y plenos
Que
todos puedan poseer lo que desean y necesitan
Que
todos sean protegidos de daño y libres de temor.
Que
todos los seres gocen de la paz y tranquilidad interior
Que
todos sean despertados, liberados y libres.
Que
haya paz en este mundo y en todo el universo.
Y con esta otra oración oriental
Señor
de la Vida y de la Luz
confío
en tu gran compasión
Líbrame
de mi insensatez,
transformándome
en un medio de amor eterno.
Puedo
convertirme en medicina para los enfermos,
cuidando
sus aflicciones hasta que se curen;
puedo
convertirme en alimento y bebida;
durante
la época de hambre;
puedo
proteger a los desamparados y a los pobres;
puedo
convertirme en una lámpara
para
los que necesiten Luz;
puedo
ser una cama
para
los que necesiten descansar.
Dirijo
a todos los buscadores a la Otra Orilla.
Que
todos encuentren la felicidad
a
través de mis acciones.
Que
nadie sufra a causa de mis actos.
Si me
aman o me odian,
si me
lastiman o me perjudican,
que
todos obtengan la confianza verdadera
en el
Voto Primal del Otro Poder
y
realicen la Tierra Pura
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