miércoles, 29 de noviembre de 2017

CONSTRUCTORES DE COMUNIDAD

La sorpresa fue muy grande para mí: En todos los poblados (más de cien) de la inmensa parroquia que se nos había encomendado al sur del país, los cristianos celebraban en la mañana de cada domingo el Día del Señor. ¡Admirable¡ ¿Y cómo se las arreglan con sólo dos sacerdotes para garantizar la celebración del domingo por todos los rincones? 
  


El catequista (delegado de la Palabra se le llama en América Latina) acoge a la comunidad cristiana de su lugar que se dispone para la celebración. Llegan los lectores con su Biblia y las lecturas repasadas previamente para proclamarlas con claridad a la asamblea. Y los músicos y cantores con sus guitarras e instrumentos... La asamblea se va congregando, se saludan unos a otros y se disponen a celebrar el Día del Señor: se canta, se escucha la Palabra de Dios, se acoge con atención el comentario sencillo del catequista, se alimentan en la comunión cuando disponen de ella, se dan los avisos y se toman los acuerdos para la semana. En las otras capillas evangélicas del poblado también se congregan sus cristianos. ¡Es el Día del Señor!

En gira por las comunidades


La Palabra proclamada, acogida y celebrada en el domingo se desgrana en vida en Dios durante la semana: los ancianos y enfermos son visitados y se ora con ellos en sus casas, los niños y jóvenes tienen su catequesis, los responsables se reúnen para preparar la celebración siguiente y para dar seguimiento a las tareas de la comunidad. Son ellos (catequistas delegados de la Palabra los que cuidan y garantizan día a día la marcha de la comunidad. Una vez al año llega el sacerdote y se tienen la eucaristía, los bautismos y las bodas, si las hay. Y el aire de fiesta es aún mayor ese día.
Catequistas en panga por los ríos de Nicaragua

La iglesia en los lugares de misión gasta sus principales energías en formar responsables de las comunidades (catequistas o delegados de la Palabra); los reúne una o dos veces al año para capacitarlos en cursos y talleres y les acompaña en su vida de fe. Ellos son cristianos adultos y ejemplo de fe y de vida creyente: ¡CATEQUISTAS CREADORES DE COMUNIDAD!  

P. Janín con un catequista en Togo


Lo que sentimos sobre ellos lo retrata con acierto el cartel editado para esta Jornada Misionera de Epifanía: una comunidad reunida y asentada sobre la Palabra de Dios, que le va dando forma de corazón, haciéndole sentir que es portadora de la ternura de Dios derramada sobre ella y la envía a derramar ese amor sobre los pequeños y los pobres siguiendo a Jesucristo que está entre ellos (es a la cruz hacia la que todos orientan su mirada). Esa es la COMUNIDAD cristianas que cada CATEQUISTA se esfuerzan en CREAR con el impulso que viene del Espíritu.  

Reunión de catequistas en Tailandia




martes, 28 de noviembre de 2017

Animador-catequista


Como seglares itinerantes de dedicación plena a la iglesia local, suscitan en las comunidades diferentes servicios, alientan y forman a quienes los ejercen, median en los conflictos, ayudan a solucionar dificultades internas de la comunidad, participan activamente en el trabajo social y en la pastoral de la zona.


El animador-catequista es hoy un evangelizador de una iglesia local que va siendo comunidad de comunidades, familia de familias. Con su servicio de consejo y apoyo contribuye decisivamente a que la comunidad cristiana se consolide. A través de él, la pequeña comunidad se asoma a la iglesia zonal y universal.


Este pastor cercano e itinerante, hermano entre los hermanos, que con su fe engendra fe, necesita un cuidado especial: no sólo una remuneración digna, sino ante todo atención espiritual y familiar acompañada de una sólida formación permanente. (de la reflexión de la Jornada de Catequistas de 1982)

FELICIDADES CHARI


Muchas felicidades Chari, te deseamos todo lo mejor, para tí y tu familia. Te agradecemos tanta y tanta amabilidad, disponibilidad, servicio, sencillez, ternura...discreción. Ojalá estuviéramos a la altura de las circunstancias al agradecer no sólo estas cualidades tuyas tan evidentes sino también tu profesionalidad en este servicio que haces y has venido haciendo al IEME y a la Misión durante tanto tiempo. La primera foto, aunque más jovencita, revela también tu corazón. Gracias. Gracias a Juanje y a tus hijos también.









lunes, 27 de noviembre de 2017

SERVIDORES DE LA COMUNIDAD

Sí, parece que fue ayer, pero hace 35 años la Jornada de Epifanía tenía como lema este título: Servidores de la comunidad. 


En la reflexión de aquel año se hacía referencia a unas palabras del Cardenal Malula, en su carta del Centenario de la Segunda Evangelización del Zaire, decía " Un laicado mayor de edad y responsable tenía que ocupar su puesto  en la Iglesia tan predominantemente clerical de la época misionera. Tareas de responsabilidad que antes eran exclusivas del clero, hoy son asumidas y realizadas muy bien por los laicos. Surgen ministerios nuevos a impulsos del Espíritu del Señor".

Como vemos son palabras todavía muy actuales y todavía tarea que realizar. "Los catequistas-seguía la reflexión- como los misioneros son artesanos de la comunidad. A ella dedican lo mejor de sus vidas. El testimonio de su fe, tal vez sencilla, pero profunda y sólida, se concreta a menudo en el servicio a los hermanos.

Artesanos de la esperanza y entusiasmo que hoy nos ofrecen las iglesias jóvenes. El catequista es un sembrador de esperanza entre su gente porque la Buena Nueva es noticia de esperanza y de liberación.

¡Qué generosidad de estos laicos/as, cuánto de agradecer  que han creado comunidades cristianas y no han reivindicado ninguna autoridad ni privilegios! Inspirados /as por el Espíritu han sido creadores anónimos  de comunidades creyentes.

martes, 21 de noviembre de 2017

CREADORES DE COMUNIDAD. JORNADA DE CATEQUISTAS NATIVOS Y DEL IEME

La sorpresa fue muy grande para mí: En todos los poblados (más de cien) de la inmensa parroquia que se nos había encomendado al sur del país, los cristianos celebraban en la mañana de cada domingo el Día del Señor. ¡Admirable¡ ¿Y cómo se las arreglan con sólo dos sacerdotes para garantizar la celebración del domingo por todos los rincones? El catequista (delegado de la Palabra se le llama en América Latina) acoge a la comunidad cristiana de su lugar que se dispone para la celebración. Llegan los lectores con su Biblia y las lecturas repasadas previamente para proclamarlas con claridad a la asamblea. Y los músicos y cantores con sus guitarras e instrumentos... La asamblea se va congregando, se saludan unos a otros y se disponen a celebrar el Día del Señor: se canta, se escucha la Palabra de Dios, se acoge con atención el comentario sencillo del catequista, se alimentan en la comunión cuando disponen de ella, se dan los avisos y se toman los acuerdos para la semana. En las otras capillas evangélicas del poblado también se congregan sus cristianos. ¡Es el Día del Señor!


La Palabra proclamada, acogida y celebrada en el domingo se desgrana en vida en Dios durante la semana: los ancianos y enfermos son visitados y se ora con ellos en sus casas, los niños y jóvenes tienen su catequesis, los responsables se reúnen para preparar la celebración siguiente y para dar seguimiento a las tareas de la comunidad. Son ellos (catequistas o delegados de la Palabra los que cuidan y garantizan día a día la marcha de la comunidad. Una vez al año llega el sacerdote y se tienen la eucaristía, los bautismos y las bodas, si las hay. Y el aire de fiesta es aún mayor ese día.


La iglesia en los lugares de misión gasta sus principales energías en formar responsables de las comunidades (catequistas o delegados de la Palabra); los reúne una o dos veces al año para capacitarlos en cursos y talleres y les acompaña en su vida de fe. Ellos son cristianos adultos y ejemplo de fe y de vida creyente: ¡CATEQUISTAS CREADORES DE COMUNIDAD!  



Lo que sentimos sobre ellos lo retrata con acierto el cartel editado para esta Jornada Misionera de Epifanía: una comunidad reunida y asentada sobre la Palabra de Dios, que le va dando forma de corazón, haciéndole sentir que es portadora de la ternura de Dios derramada sobre ella y la envía a derramar ese amor sobre los pequeños y los pobres siguiendo a Jesucristo que está entre ellos (es a la cruz hacia la que todos orientan su mirada). Esa es la COMUNIDAD cristianas que cada CATEQUISTA se esfuerzan en CREAR con el impulso que viene del Espíritu.   





domingo, 19 de noviembre de 2017

LA ACCIÓN SOCIAL DE LA IGLESIA

Entre los días 17-19 de noviembre ha tenido lugar en la Universidad CEU San Pablo del Campus de Montepríncipe y de Moncloa el XIX Congreso Católicos y vida pública.  El Congreso ha girado en torno a La Acción social de la Iglesia. Una Iglesia sin caridad no existe se hacía eco el Congreso de estas palabras del Papa Francisco y más aún coincidiendo con la celebración de la 1 Jornada mundial de los Pobres. 


El Congreso ha  querido manifestar una idea latente y es que la experiencia de fe no es aquella recluida entre las paredes de los templos, sino la que ha configurado verdaderamente el rostro de la caridad a través de las obras. El papa ha titulado precisamente la Jornada mundial de los pobres con esta idea "No amemos de palabra sino con obras". La Iglesia a través de una infinidad de organizaciones, congregaciones y actividades sociales ha  mostrado desde siempre "su verdadero rostro en su constante preocupación del ser humano y por la sociedad que le rodea" con una mirada preferencial por los pobres. Instituciones como Cáritas, Manos Unidas, Obras misionales pontificias, AIN...por citar algunas han querido ser expresión de una Iglesia conmovida por el dolor, la indignidad y el descarte del ser humano. 


El Congreso se ha desplegado a través de ponencias, mesas redondas de experiencias solidarias surgidas muchas de ellas desde el campo de la profesionalidad con corazón cristiano. Se han ofrecido experiencias existenciales que ha recorrido diversas realidades sufrientes, el mundo del trabajo, de la empresa, de la cultura y el arte, pasando por la obra social del ejército, cárceles, etc , etc  se han dado cita en este Congreso. El Congreso ha tenido una extensión comprensiva jóvenes, adolescentes e infancia allí presente también.


El domingo 19 tiene lugar la clausura del Congreso con la celebración de la misa presidida por el cardenal de Madrid Mons. Carlos Osoroen la capilla del Campus de Moncloa y la participación de personalidades carismáticas como Mons Kike Figaredo, prefecto de la Prefectura Apostólica de Battambang, Camboya.


El Director del Departamento de Información y Animación misionera ha tenido ocasión de hacerse presente a través de las OMP y ayudado en la exposición del trabajo de las Obras misionales pontificias







miércoles, 1 de noviembre de 2017

UN CIELO NUEVO, UNA TIERRA NUEVA

Innumerables los hombres y mujeres que han dado testimonio ante el mundo de perdón, de misericordia, de humildad y compromiso por una tierra más justa, más pacífica, de mayor concordia y comprensión, de superación de todo aquello donde los odios rompen la cordura y sensatez humana.
Ruidera
 Lo han realizado por su amor a Cristo y por su amor a los hombres y mujeres de este mundo. En esta empresa han ofrecido su vida y muchas hasta con su muerte. A algunos se les ha reconocido su santidad y a otros se le ha añadido a la comunión de los santos. Algunos han trabajado tras mesas de oficinas, o subidos a los andamios de una obra, con el casco de obrero de un trabajo, enseñando en aulas o encorvados sobre la tierra esperando sus frutos, entregando su vida a sus familias o exponiendo su vida en lugares adversos, otros entregando su vida a sus hermanos sin importarles naciones, razas, tribus, lenguas o territorios…
Son santos porque ellos vivieron y amaron sin egoísmos, sin rencores, sin odios, sin codicias, renunciaron a un mundo de vida centrada en ellos mismos para des-centrarse en los otros, especialmente en los necesitados, marginados, descartados de este mundo. Escogieron ser mansos más que arrogantes y descarados, vivir con una pobreza interior más que llenarse de soberbia, ser y trabajar por lo justicia, más que esconder su vida en el cinismo y la doblez, ofrecer a Dios la pureza de sus corazones, seguros de que su recompensa está escondida en el reino de Dios.
          Las lecturas de hoy son una invitación a unirnos a esta empresa, a esta mesnada de “locos” por Dios. Verdad es que es empeño y voluntad de Dios salvarnos, pero con actitudes como la de los santos también salvamos a nuestro mundo. Es una invitación a ir más allá de la supervivencia. Cuanto más santos seamos dejaremos un mundo más humano, más hermano, más bello y saludable para futuras generaciones. Estamos invitados a asumir consecuentemente estos principios de ternura, de sensibilidad, de opción por lo bello, por lo saludable y ecológico, por la alegría, por lo bueno.

No me resisto también a creer que  habrá mucha gente que comparta estos sentimientos y que son de otros credos, de otras denominaciones, seguramente ateos que dieron  salida a su opción por el penoso testimonio que dieran del Dios del Amor los que decimos hablar del Dios de Jesucristo. No me resisto a creer que teniendo yo unos sentimientos para que los hombres y mujeres de nuestra historia que han vivido humillados por el hambre y el sufrimiento gocen de una vida feliz no haya un Amor mayor que lo haga realidad en un cielo y tierra nueva.  Creo en lo que nos oferta el Ap y habrá un día en que todos al levantar nuestras cabezas escucharemos «Al que tenga sed, yo le daré a beber gratis de la fuente de la vida». ¡Gratis! Sin merecerlo. Así saciará Dios la sed de vida que hay en nosotros” .