jueves, 18 de diciembre de 2014

Celebrando Bodas de Oro

Nuestro compañero Javi López celebró los 50 años de sacerdote con sus comunidades de St Mary´s Parish de Kankolonkolo. 


Javi en St. Mary´s Parish

Javier López Núñez está trabajando momo misionero en la diócesis de Zolwezi, Zambia. Apasionado por su gente y la vida de su gente ha hecho opciones por estar y vivir como uno más: pasando como uno de tantos" nos dice la carta a los filipenses hablando de Jesús. 
Traemos, sin embargo aquí una escena que nos soprende. Ver con la casulla rosada a Javier López es algo especial. Es verdad que estamos en adviento y el morado es requerido como color de adviento, pero el rosa nos habla de un Javier Löpez que ya se deja guiar, se deja hacer por sus compañeros. Un Javier que a su edad nos sigue dando ejemplos de gran humildad. Ahí lo tenéis feliz y alegre. Felicidades Javi!!

martes, 16 de diciembre de 2014

Nuestras ilusiones.

Por Ángel Becerril.

 Recientemente me comentaba un amigo misionero: “Ahora ya no tengo ilusiones, pero sigo teniendo ilusión”. Correcto, amigo, vas caminando por la senda que conduce a la madurez. Muchas de nuestras ilusiones chocan frontalmente con los hechos reales y se desbaratan. 

Bai Sri Su QUAN

La vida no se mueve a nuestro ritmo, somos nosotros los que tenemos que sintonizar con el ritmo de la vida. Pero siempre queda una ilusión que nos viene de arriba. La “historia de Jesús” asume nuestras frágiles historias y las transforma.
¿Dónde se produce ese choque con nuestras ilusiones?  He aquí algunas de nuestras lamentaciones mas frecuentes:

  • A veces nos da la impresión de que el mundo se rompe a pedazos.
  • Las metas que nos propusimos alcanzar en un futuro cercano parecen alejarse al paso de los días.
  • El hambre que íbamos a despejar del mapa parece ir ganando terreno.
  • A la paloma de la paz se le han quebrado las alas.
  • La hermandad que laboriosamente construimos entre los vecinos del pueblo y del barrio de pronto se desbarata como un globo que cae sobre un espino.
  • Esa comunidad nueva que íbamos tejiendo con paciencia y esfuerzo aun no ha superado las divisiones internas.
  • La fe que el sembrador depositaba con sudor sobre la tierra como semilla prometedora no acaba de echar raíces.
  • Formación


Job añadiría aún otras muchas lamentaciones.
Cuando los misioneros del IEME llegamos a Tailandia, hace ahora más de veinte años, el país contaba, aproximadamente, con 55 millones de tailandeses entre los que  escasamente 300.000 se confesaban católicos. Hoy andamos por los 66 millones y seguimos con pocos más de 300.000 católicos. El 0,5% de población católica ha descendido a 0,4%. Las estadísticas no están a nuestro favor.
Celbrando la Eucaristía

A nuestra llegada en 1991, pudimos ya constatar que el SIDA era considerado problema serio en la sociedad. Hoy, después de que murieran muchos de los seropositivos, tenemos que cuidar, además, de los huérfanos que dejaron como herencia. Los problemas se siguen como los eslabones de una cadena.
Cuando leo en el Antiguo Testamento los distintos pasos por los que se movió el proyecto de Dios con Israel constato también que son más los fracasos que los éxitos y que después de muchos años de laboriosidad por parte de algunos personajes, en especial de los profetas, el resultado se redujo a un“pequeño resto” y un retoño verde brotando de un viejo tronco seco.
Celebrando la fe

¿Es que merece la pena invertir tantos esfuerzos para mejorar el mundo?, ¿de qué sirve una vocación para enterrarse en el surco cuarenta años sin ver florecer la planta? Incluso aquel que supo alabar las flores más bellamente vestidas que Salomón en su gloria no vio florecer su proyecto. Cuando Moisés cayó en la cuenta de que su insistente petición de libertad al Faraón aumentaba la opresión de su pueblo llegó a exclamar: “¿Por qué me has enviado?” (Ex.5, 22). Por las calles de la aldea global nos topamos algunas veces con faraones. Pero el amor no se atasca en esas preguntas. “El amor todo lo excusa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta”(1 Cor. 13, 7).

Compartiendo la vida

Un congresista de Estados Unidos pregunto en una ocasión a Madre Teresa cómo podía ella intentar alimentar a todos los hambrientos del mundo. “Son tantos que su empresa supera totalmente sus fuerzas”. A lo que Madre Teresa contestó: “¿Cómo se come un elefante? Sencillamente, trozo a trozo”.

Nuestra misión es ingente. ¿Cómo la afrontamos? Sencillamente, trozo a trozo.

Kru Sompong, una catequista en las orillas del Mekong

Kru Sompong es campesina, casada y madre de tres hijas. Quiere ser este artículo un homenaje a una mujer representante de otras tantas que lideran la vida cristiana en ámbitos muy misioneros de la región de Isaan. Kru Somphong es como el fruto del lam-yai que crece en la parroquia de la que es catequista-líder, pequeña, quebradiza y frágil en su cáscara, pero su hueso interno le da una textura fuerte y armoniosa con un sabor dulce y delicado como la fe que genera en su gente de amor a Dios y a la Iglesia. Con el alba, la sentía todos los días regar las flores y plantas que adornarían siempre frescas en el altar y sagrario de la Iglesia. Agradezco sinceramente a mis compañeros en Tailandia la entrevista y traducción de su conversación con ella.

Cartel en Tailandés


Parroquia de Santa Inés
Iglesia de Santa Inés
            La parroquia de Santa Inés es una de las 4 comunidades cristianas centenarias de la diócesis tailandesa de Udon Thani. Se encuentra en la margen derecha del río Mekhong que hace de frontera natural entre Tailandia y Laos. El Mekong ha generado tanta vida en los moradores de su cuenca y ha sido un canal de comunicación para mercaderes y viajeros como lo fue para aquellos primeros misioneros católicos que se acercaron a estas tierras. Llegamos hasta aquí para dialogar con la que en los últimos 30 años ha sido la catequista-líder de esta comunidad, Cecilia Somphong Khan Aasaan. El  pueblo se llama Huey Suam, de la nueva creada provincia de Bungkan, siendo uno de los pocos pueblos que existen  en Tailandia formado en su totalidad por población católica.

Khru Somphong,  (lit. “Maestra” Somphong) como es conocida por todos aquí, nos cuenta que nació aquí en Huey Suam y que era aún una joven recién casada cuando los ancianos de la comunidad se presentaron a hablar con ella en casa  para pedirle que aceptara comenzar  a prepararse para ser la catequista de esta parroquia. Eran tiempos difíciles pues la guerra de Indochina había recién acabado y la zona no estaba aun recuperada de los destrozos producidos por ella.


Kru Sompong liderando la comunidad
En oración
Khru Somphong recuerda  la falta de medios materiales, la escasez de todo tipo en aquellos tiempos de tristeza en que le llegó la vocación a la misión como catequista. La acogió “como una llamada, no de los ancianos de la comunidad, sino de Dios, a ponerse a  trabajar en su servicio  y ello a pesar de saberse falta de preparación y sin grande sabiduría”, estaba dispuesta a “aceptar que se hiciese en mi la voluntad de Dios  que siempre nos da la ayuda para realizar las obras que nos encarga y más si estas son llevar a los otros su Palabra con la voz y la entrega de la vida puestas en sus manos”.

"Desde aquel primer momento mi vida cambió”, nos cuenta Khru Somphong, “y de haber sido una vida marcada por el dolor de haber perdido a mis padres de niña, vivir la soledad de la falta de familia y amigos y ello en medio de la miseria que toda guerra genera, pasé a experimentar la “ALEGRÍA” de ser consciente de sentirme llamada a formar parte activa en la comunidad cristiana, compartiendo la experiencia de vida creyente al lado de otros líderes cristianos y junto a sacerdotes entregados en cuerpo y alma a los demás. La presencia de estas gentes me dió el valor para empezar el plan de formación en el centro catequético diocesano y profundizar en la alegría que siente el llamado a evangelizar desde el encuentro con otros amigos de Jesus, el descubrimiento de formas nuevas de escuchar y alabar a Dios, …. y así aquella niña solitaria, huérfana y despreciada por muchos que había sido yo,  había llegado a conocer más en profundidad a los hombres y mujeres de mi entorno, a Jesús el Cristo y al Dios Padre de todos nosotros”

“Encontré el Amor que Dios me tiene y ello me ha hecho encontrar la felicidad y tener la Fortaleza para anunciar desde entonces a niños y mayores la Verdad de Dios y el Amor que El nos tiene a cada uno de nosotros y que nos hace ser mejores cada día. Algunos de aquellos a los que he acompañado han llegado con el tiempo a ser ordenados sacerdotes o a profesar en diferentes congregaciones religiosas y esta bendición de Dios sobre ellos también me ha dado especial alegría”.
líderes animando las fiestas de sus comunidades

            Una alegria que Khru Somphong sigue experimentado hoy a pesar de que las dificultades nunca desaparezcan y en la actualidad las nuevas generaciones tengan muchas veces absorbidas sus vidas por los  MCS, por el trabajo que se ha hecho más injusto y que lleva a muchos a encontrar una evasión en el mundo de la droga y hasta los más pequeños vean su tiempo de formación y recreo recortado por ser ya parte de la mano de obra del mercado de trabajo. Pero en medio de todos estos “monzones” que la vida trae al pueblo de Huey Suam, Khru Somphong sigue compartiendo con los niños que reciben la catequesis, con los enfermos que visita por las casas y con los cristianos y aquellos pocos budistas que habitan este pueblo la alegría de vivir y proclamar la Buena Noticia de que somos hermanos e hijos de un mismo Dios Padre llamados a formar y fortalecer su familia

jueves, 11 de diciembre de 2014

Campaña de Epifanía Catequistas Nativos 2015

El Instituto Español de Misiones Extranjeras (IEME) inicia su Campaña de Catequistas Nativos 2015 con el lema: "Catequistas, gozosos de anunciar el Evangelio". La Campaña como es ya tradicional se celebra el 6 de enero, Solemnidad de Epifanía.


Cartel Epifanía 2015
Catequistas de Udón Than


Descargar tríptico de la Campaña de Epifanía

Lema

"La alegría del Evangelio llena el corazón y la vida de los que se encuentran con Jesús". No puede haber Misión sin este encuentro profundo con Jesucristo. Encuentro profundo que llena nuestra vida de alegría y esperanza, y llenándose nuestra vida de alegría y esperanza se produce una comunicación que a la vez inunda la vida de quienes nos rodean, de ahí el lema de este año "Catequistas gozosos de anunciar el Evangelio". El discípulo participa por completo de la vida de Cristo y se llena de su alegría: "Os he dicho esto para que participéis en mi gozo y vuestro gozo sea completo" (Jn. 15,11).
Es así como los Líderes cristianos, Delegados de la Palabra o Catequistas de comunidades en Misión se ofrecen a sus comunidades. Ellos son un auténtico regalo y don, que alegra no sólo la vida de las comunidades cristianas donde viven, sino que son una esperanza alegre para el anuncio del Reino de Dios, especialmente en lugares difíciles
Este año nuestra mirada se dirige a Asia, a las comunidades de la Iglesia de Isaan en el nordeste de Tailandia. En la diócesis de Udón Thani , un grupo de líderes cristianos trabajan para formar y fortalecer a las comunidades cristianas. Los sacerdotes del IEME presentes allá los acompañan para que sigan siendo un don gozoso y alegre en el anuncio del Evangelio.


Cartel

Se presetan cuatro imágenes de los momentos formativos, actividades en la comunidad y trabajos que desempeñan los líderes cristianos de la diócesis de Udón Thani.


Objetivos


  • Celebrar la Solemnidad de Epifanía como Fiesta misionera por naturaleza, que provoca en los creyentes el deseo y el gozo de anunciar a Cristo como Luz y sentido de la historia humana.
  • Invitar a nuestras comunidades cristianas a reflexionar y tomar conciencia de la necesidad e importancia de la formación y cooperación con los líderes, delegados o catequistas en las Iglesias en Misión.
  • Promover la animación misionera de nuestros presbiterios desde la actitud de "dar desde nuestra pobreza" para vivir con profundidad la dimensión universal de la misión "ad gentes".

Las estrellas de Isaan (Tailandia)

La confección de estrellas en Navidad, en el nordeste de Tailandia no es sólo una tradición singular. En este nordeste del país que llamamos Isaan, la estrella se convierte en un signo de identidad cristiana y católica. 

Con la luz solarEl visitante que merodee las zonas rurales de Isaan se encontrará con la sorpresa de ver estrellas colgadas, de diversa proporción, en las vigas del exterior de las casas, quizás también en árboles cercanos o en varas de bambú clavadas junto a la casas. Son estrellas hechas artesanalmente de bambú, a las que se les adhiere un papel de colores llamativos que dan un tono de multicolor al paisaje.

En el templo

La tradición en los pueblos católicos de la ribera del Mekong se hace apasionante. Genera un ambiente de alegría y fiesta. Sueñan con la estrella que ha de ir aquí o allá,  o cuál ha de presidir la puerta de la iglesia. Los sueños pasan al trabajo que hay que realizar. Por eso se ha de  ir a buscar el bambú y cortar la caña elegida. El verdor del bambú habla de su flexibilidad y moldeabilidad, de su textura fuerte y resistente. La verdad es que estas  gentes a las que quiero no sabrían qué hacer de su vida sin esa planta tan maravillosa que les posibilita toda su vida. Con el bambú hay comida, se construye la casa, los andamios, se hacen utensilios, cestería….y prácticamente todo.


Colorido de las estrellas

Una vez medida la proporción en la que quieren construir la estrella,  elegirán las puntas que llevará la estrella e irán cortando el bambú para sacar estas sus aristas limando a la perfección las varas hasta hacerlas del grosor apropiado y con la suavidad requerida para que cuando se vaya a pegar el papel, éste quede lo suficientemente ajustado y alisado.
La tradición pide que esta artesanía se haga una tarea en grupo, en cadena. unos cortan, otros liman, otros ajustan, otros cortan el papel y otros harán el pegamento de arroz y al final se va pegando y recortando. Después vendrán otros adornos para que no se vean las juntas de papel o harán estelas de papel que flotarán en el viento.  Así celebran no sólo una Navidad anticipada, sino la vida comunitaria que los hace fuertes.


Estrellas en los árboles

En algunas parroquias hay certámenes donde se elige la estrella que se pondrá en  la puerta de la Iglesia. A veces se procesionan las estrellas ganadoras y se exponen para que todo el mundo las vea, brillando, iluminando. Es muy normal que las parroquias queden adornadas en su interior por una profusión de estrellas que cuelgan del techo. Estas engalanan y acreditan que la Navidad está ya aquí, que la hemos preparado y que Dios nos envía su luz a través de la estrella de Belén.

Iglesia adornada

Los catequistas se encargan de organizar el orden en que se han de colocar las estrellas, en el momento de adornar viene la gente a  adornar su iglesia que será en esos meses una atracción incluso para sus amigos o vecinos budistas. Las estrellas alegran y hacen presenten que la vida cristiana no sólo se encuentra en el templo sino diseminada a través de las casa de la aldea, de la ciudad, de este país de inmensa sonrisa que es Tailandia.

Ponsung en Navidad

En la noche de Navidad, durante la misa es clásico en algunas parroquias hacer bajar la estrella sobre el portal. Una vez instalada hay aplausos y la comunidad se siente feliz  de ver que todo su trabajo ha culminado como se debe.

En aquí ahora el proceso de cómo se hace una estrella:

Láminas de bambú

Cortando piezas

Conjuntando vértices

Armando estrellas

Lista para el papel

Chasis de la estrella


miércoles, 10 de diciembre de 2014

Misiones Extranjeras 258

 PRESENTACIÓN
 ESTUDIOS

Filoni; Fernando. Discípulos misioneros de Jesucristo desde América, en un mundo secularizado y pluricultural.
Cerviño; Lucas. El mundo de hoy, pluricultural y secularizado. Actitudes, insumos y claves para una mirada creyente.
Báez; Silvio. La  como fuente de sentido en un mundo secularizado y pluricultural.
Biord; Raúl. La urgencia de la misión en los ámbitos de la Nueva Evangelización y la Misión Ad gentes.
Vélez; Olga Consuelo. Hacia una iglesia americana en permanente estado de misión.
Nery; Israel José. La misión en la Vida Religiosa Consagrada en la iglesia permanentemente misionera.

EXPERIENCIAS-TESTIMONIOS
González-Mohíno; Antonio. Crónica del CAM4-COMLA9
Avilés Patiño; Luis Miguel. Experiencias del CAM4-COMLA 9. Una mirada retrospectiva.
DOCUMENTOS
CAM4-COMLA9. Mensaje del Congreso americano misionero CAM4-COMLA9 2013
LIBROS – REVISTAS
Lenaers,  Roger., Otro cristianismo es posible: Fe en lenguaje de modernidad.

En el número 251 de nuestra revista MISIONES EXTRANJERAS, de noviembre-diciembre del 2012 ya se había anticipado y hecho eco de lo que iba a ser el acontecimiento misionero de mayor calado de toda América, al menos en el 2013. Se comentaba, entonces, que se recogerían las ponencias y conclusiones que allí se presentaran. Así pues traemos este compromiso y esperamos que la publicación de las ponencias y algunas de las reflexiones habidas en el congreso contribuyan a ahondar y sensibilizar en la animación misionera no sólo de la Iglesia que camina en América, sino de toda la Iglesia en general. El CAM4-COMLA9 tenía lugar casi al mismo tiempo de publicarse la Exhortación apostólica Evangelii Gaudium, lo que ha sido ciertamente un referente y un acicate en la vida y pulso que se ha vivido en el Congreso.
Precisamente por la anticipación del número 251 nuestros lectores ya habían conocido parte de la historia de los CAM y concretamente del CAM4-COMLA9. Tras varias consultas previas se decidió el lema del Congreso y que viene a ser el título del número actual: América misionera comparte tu fe y que trae como tema de reflexión “Discípulos Misioneros en un mundo secularizado y pluricultural”. Los organizadores del Congreso se preguntaban ¿cómo vivir la fe cristiana en un mundo donde la religión es paulatinamente desplazada? y donde la diversidad cultural exige diversificar las propuestas evangelizadoras.
En la sección de ESTUDIOS traemos las ponencias que han pretendido iluminar este nuevo mundo en el que nos desenvolvemos y sugerir respuestas, desde la fe, a esos desafíos. A estas cinco ponencias hemos añadido la alocución con la que el cardenal Fernando Filoni, prefecto de la Congregación para la evangelización de los pueblos, se dirigió a los congresistas y que por su calado nos ha parecido interesante situarla a la altura de las ponencias presentadas.
La primera ponencia es de Lucas Cerviño trata de describir “El mundo de hoy, pluricultural y secularizado” al que hay que “mirar con esperanza y amor, con profundidad y profetismo”. Compartir la fe implica comprender un mundo en veloz transformación, donde la diversidad irrumpe por todos lados. En mundos en transformación y cambio y que buscan fuera de la fe razones para vivir, los cristianos experimentamos y proponemos una existencia que se define por el encuentro y la centralidad de la Palabra de Dios y es ésta la temática que desarrolla Silvio Báez “La Biblia como fuente de sentido en un mundo secularizado y pluricultural”. El P. Raúl Biord reflexiona acerca de “La urgencia de la Misión en los ámbitos de la Nueva Evangelización y la Misión Ad Gentes”. La Iglesia es misionera por naturaleza (AG 2) La misión es un desafío teológico-espiritual. La misión tiene una iglesia y no la Iglesia una misión, la misión como categoría central de la teodramática o del actuar de Dios en el mundo. A nivel universal y a nivel de iglesias particulares se plantea la necesidad de declararnos en Iglesia en misión permanente. Olga Consuelo Vélez señala los elementos bíblico-teológicos que fundamentan un nuevo modelo de Iglesia “Hacia una Iglesia Americana en permanente estado de misión”, es decir, misionera, profética y liberadora, capaz de afrontar los nuevos tiempos y abrir caminos de renovación. La autora llega a conclusiones prácticas: una iglesia que se pone en camino, una iglesia dialogal, una iglesia testimonial y una iglesia que cambia sus estructuras. Concluye este capítulo de estudios el trabajo de Israel José Nery que aborda la cuestión de “La misión en la Vida Religiosa Consagrada en la Iglesia permanentemente misionera” desarrollando tres tesis. 1) la identidad misionera de la Vida Religiosa Consagrada es su principal misión; 2) La vida religiosa consagrada es una misión místico-­simbólica-profética; 3) La Vida Religiosa Consagrada es, por su misma naturaleza, misionera Ad Gentes.
Dentro del marco de EXPERIENCIAS-TESTIMONIOS traemos la Crónica del Congreso elaborado por Antonio González- Mohíno y aportamos la Experiencia del CAM4-COMLA9. Una mirada retrospectiva  de Luis Miguel Avilés Patiño, participante del Congreso.
El capítulo de DOCUMENTOS, presentamos lo que ha sido el Mensaje final del Congreso elaborado por el equipo de dirección del CAM4-COMLA 9.
Por último en la sección LIBROS traemos la recensión de la obra de Lenaers, Roger., Otro cristianismo es posible: Fe en lenguaje de modernidad. Que viene a dar otra perspectiva al panorama de presentación de la fe a este mundo cambiante, secularizado y pluricultural.

web: http://www.ieme.es/misiones/index.htm


lunes, 8 de diciembre de 2014

REAVIVAR NUESTRO ESPÍRITU MISIONERO SEGÚN EVANGELII GAUDIUM

Hoy, 8 de diciembre´14,  Festividad de la Inmaculada Concepción,  las dos casas del Instituto Español de Misiones Extranjeras (IEME) en Madrid, casa de Ferrer y Pirineos nos hemos encontrado para nuestro retiro anual de Adviento. El encuentro ha tenido lugar en la casa de Pirineos, frente al parque de la Dehesa de la Villa.
MAPA MUNDI

El retiro que tenía por reflexión REAVIVAR NUESTRO ESPÍRITU MISIONERO DESDE LA EVANGELII GAUDIUM. Las meditaciones han sido impartidas por Claro Jesús Díaz, misionero del IEME en Nicaragua y ahora en el Equipo de Animación Misionera (EFAM). Con un subtítulo tan espiritual como sugerente como el de "Dios puede sanar todo lo que nos debilita en el empeño misionero, ponente nos ha hecho reflexionar y profundizar en la necesidad urgente de enamorarse de Cristo para comunicar a Cristo. Gran conocedor de la EG nos ha resaltado el encanto de las expresiones del Papa Francisco, pero más aún renovar la pasión misionera desde las experiencias de encuentro con Cristo.

Un momento de la exposición

La segunda meditación ha girado en torno a los números 268-274 El gozo espiritual de ser pueblo donde se ha centrado en desmontar aquellos cobertizos que nos impide estar con la gente, con los que sufren. Sólo en el contacto con la gente la vida se nos complica maravillosamente  y vivimos y sentimos la experiencia de estar con el pueblo.

El auditorio del retiro

La vida espiritual que genera este contacto no hace ser más misioneros aún  y nos abre a horizontes donde el Espíritu se hace un manantial que desborda y refresca a los demás. Uno no vive mejor si escapa a los demás resistiéndose a darse.. Por eso es "lindo ser pueblo" cfr. n. 268-275.
Unas baterías de cuestiones que apoyan la reflexión se han ofrecido.

domingo, 7 de diciembre de 2014

Campaña de Catequistas Nativos

Los catequistas en Udon Thani. Isaan. Tailandia, no sólo acompañan la fe de sus comunidades, son fuente de iniciativas culturales. Como líderes religiosos de la comunidad aportan el sentido de la inculturacíón en las actividades pastorales.


Adolescentes de Ponsung
El grupo de adolescentes de este calendario están preparadas para realizar las danzas de bienvenida de alguna personalidad importante. En este caso del obispo que viene a visitar a la Comunidad de Ponsung. Los líderes de las comunidades, junto a los Consejos de pastoral y el párroco organizan una serie de actividades pastorales, pero nunca pueden faltar la ceremonia de las danzas que expresan el calor en la acogida de la comunidad.

En el caso de la foto van vestidas con la falda tradicional con los colores de Isaan y llevan las bandas de ceremonia. Pero lo más importante es la sonrisa que habrán de manifestar en todo momento, una sonrisa que brota del corazón y se hace gesto. La alegría del Evangelio se hace gesto en la acogida y se hace danza a las puertas de la Iglesia de Ponsung, distrito de Bandung, en la provincia de Udon Thani. Tailandia. En la foto de abajo vemos al Catequista de Ponsung organizando la bendición del arroz.
Kru (Catequista) Subin
Kru (Catequista) Subin organizando la bendición del arroz en Ponsusng

jueves, 27 de noviembre de 2014

Cristianos y musulmanes colaboran en la vida diaria.

Los medios informativos nos están sorprendiendo casi todos los días: entre otras cosas nos recuerdan el avance del Estado Islámico y las acciones terroristas de otros grupos musulmanes. Yo quiero dejar constancia que pese a las dificultades, hay lugares donde continúa siendo posible vivir y colaborar, incluso comprometerse en la vida y en el diálogo intereligioso. Nuestro interés es que estos lugares se mantengan e incluso que estas actitudes se extiendan.

Mujeres bebiendo chapalóGbatanaag es una de las trece comunidades cristianas que forman la parroquia de San Juan Bautista de Lotogou, diócesis de Dapaong, al norte de Togo. Cuando llegué a esta comunidad desde la parroquia, tuve que atravesar en moto un río que, a veces, impide la comunicación si las lluvias son frecuentes. El camino no es bueno y no se puede acceder en coche si no se da una gran vuelta que hace perder mucho tiempo. Muy cerca del la iglesia hay una escuela, con solo dos clases edificadas "en orden", dos apatanes en paja y un antiguo almacén sin ventanas (ni luz ni ventilación) reconducido en "clase provisional" ya en su cuarto año de provisionalidad.

La capilla, situada en el entorno de un antiguo centro diocesano, era la más pequeña y antigua de todas las de la parroquia, mientras que la comunidad había crecido mucho en número de bautizados y estaba creciendo en el de catecúmenos. Casi desde el principio vi que era necesario el plantearse hacer una nueva iglesia. Esperé, no obstante, para ver cómo evolucionaba la situación. Todos los días y para todas las celebraciones el espacio era limitado y era necesario que la gente se quedara en la calle para seguir la celebración. Poco a poco, con el trato en las reuniones, la idea que iba surgiendo tímidamente, se perfilaba hacia la "necesidad de construir una nueva iglesia". Mi inquietud era que el lugar donde estaba construida la antigua iglesia no era posesión "nuestra", sino de los antiguos propietarios del terreno, que afirmaban no querer problemas con el terreno y que podíamos construir la nueva sin problemas. Pero ellos no nos daban el terreno. No firmarían los papeles. Con estos presupuestos yo me pronuncio en decir que hay que buscar un nuevo terreno que sea nuestro, con papeles oficiales para poder comenzar las gestiones de la construcción de una iglesia.

Mujeres cargando arena
Con esta información, las lluvias cesan. Me hago más frecuente en la comunidad, pues el camino lo permite ahora sin problemas. Un día me dicen que ya han encontrado el terreno. Yo no parece que estoy muy animado a buscar dinero para hacer una iglesia, pues no se tan siquiera ni por dónde voy a comenzar. Doy largas. Otro día me dicen que hay que ir a ver el terreno. Yo acepto por no desanimarles. Me conducen a un descampado y comienzan a mostrarme las referencias visuales de "aquél árbol", "aquella mata", "la piedra" y "el sendero donde estamos nosotros". Veo que es grande y pregunto por la superficie. Alguien me contesta: -"pasa de las tres hectáreas". Mi curiosidad me empuja más allá y pregunto quién es el donante -"el jefe, que es musulmán", me responden. Mi reacción inmediata fue la de guardar silencio. Pensé para mí que no habrían informado bien al propietario sobre lo que pretendíamos con el terreno y dije que "íbamos a reflexionar", frase con la que concluyen gran parte de las conversaciones en Togo.

Estructura de la iglesia
Durante un tiempo no volví a hablar del terreno en cuestión. A la cuestión de buscar dinero para construir se me había añadido lo del origen incierto de la propiedad del terreno. Yo tenía miedo a un conflicto con los musulmanes. Pero una vez más el responsable cristiano me aborda para preguntarme por la evolución de la situación. El propietario le ha preguntado que cuándo vamos a firmar los papeles. Mi corazón "sursaute" ante esta posibilidad y reúno a los responsables y al catequista para hablar seriamente de esta cuestión. Ellos me aseguran que no hay ningún problema y que el propietario está bien informado y sabe que es para construir una iglesia. Yo les doy cita para diez días después. Ellos harán de emisarios para ir hasta donde se encuentra él y comunicárselo.

Cristianos y musulmanes en común
La fecha llega, Yo, acompañado de mi coadjutor, sacerdote nativo, voy a la comunidad y junto con los responsables y el catequista nos dirigimos a la casa de Yendupaag (así lo vamos a llamar aquí). Cuando llegamos descubrimos a su puerta un gran número de personas, de varios grupos diferentes. Pienso que es por ser jefe del pueblo y que son diferentes gestiones que deben hacer. No en vano es una autoridad civil local bien reconocida. Durante nuestra espera nos han alojado en lo más confortable que hay para sentarse, no sin antes desalojar a otros. En esta espera me entero que es curandero y que conoce mucho sobre plantas medicinales y tratamientos tradicionales. La población lo sabe y viene a hacerse tratar. Yo voy más lejos en mis cuestiones y me entero que no hace sacrificios ni nada ligado con el orden sobrenatural, sino que se limita a sus conocimientos naturales. Observo acianos aquejados de diversas dolencias, personas con dificultades para desplazarse, portadores de heridas de origen incierto cubiertas con paños o gasas, gentes de todas las edades y diferentes dolencias...

Imán de la mezquitaTras esperar un tiempo -en África no se dice cuánto y tampoco si ha sido largo o corto-, informado de nuestra presencia, detiene su consulta y hace instalar unas sillas de plástico, como las de las terrazas de los bares para los principales de mi expedición. Los otros se sentarán en un banco, o en el suelo los más jóvenes. El se coloca en el puesto principal y me pide colocarme a su lado. Cuando comienza a hablar no me mira a la cara, mira de frente. Comienza con toda una serie de saludos rituales y bienvenidas que hacen que yo me sienta realmente a gusto. El conoce el francés, pero se dirige a mí en "moba" su lengua local, haciendo que otro sirva de traductor. No puedo exponer todo el discurso, pero sí el contenido: " Dios nos ha reunido hoy. El también es el imán de su mezquita. Los dos somos líderes religiosos y nos preocupamos por la fe del pueblo. El ha oído que los cristianos buscamos un lugar para construir nuestra iglesia, él lo tiene. Ha recibido muchas bendiciones de Dios en tierras y bienes. No puede cultivarlo todo, ha hablado con sus hijos y han decidido que pueden darnos una parte para que también nosotros podamos adorar a nuestro Dios. Dios es el mismo para todos, aunque lo comprendamos de maneras diferentes". Para que veamos que sus hijos están informados y de acuerdo les ha hecho llamar pues viven en la ciudad, y les da la palabra. Cuando ellos hablan, la delicadeza espiritual y el acuerdo con el padre es manifiesto. En su intervención, todo es gracias a Dios por todas las bendiciones que les ha dado y pedir que la paz continúe para la buena colaboración. Una cosa que añaden y que admito que me emocionó fue cuando dijeron que ellos buscan el bien de su pueblo y que han visto que donde llega la iglesia ha llegado la escuela, el centro de salud, el desarrollo del mundo rural... que ellos reconocen trabajo de los cristianos.

Inauguraciónde la iglesia
Aquí se nos paró el reloj a todos. Me daban ganas de "hacer tres chozas", que este momento no acabara, pero el momento llegó y nos despedimos hasta una próxima vez. En el camino de vuelta mi interés acerca de su persona se había acentuado y no paré de hacer preguntas. Aprendí que muchas veces no cobra por las consultas a los que no pueden pagar, que ha ayudado a muchas personas aun sin ser musulmanas, que cuando hay juicios escucha a todos y no se deja sobornar... ¡Y eso un musulmán! les dije yo a mis responsables de comunidad.

Pasaron algunos días y nos dimos cita para firmar los papeles con el geómetra y el notario, los testigos... Quedamos con la comunidad para comenzar a cotizar, transportar la arena y la grava, fabricar los bloques... Y en esas estábamos cuando se presentó la ocasión de que nos pagaban una gran parte de la iglesia. El resto entre cotizaciones de la comunidad y aportaciones lo conseguimos pero muy justo. Aunque la contrata se da a una empresa, hay muchas cosas que hay que hacer: relleno del suelo, transporte de arena y grava, agua, dar de comer a los obreros, ayudar en mano de obra, ya que todo se hace en obra. Este buen hombre viene casi todos los días desde su casa, a dos kilómetros, y anima y da algo de dinero a los obreros para que compren bebida. Hubo que rellenar el suelo, unos 80 m3 de tierra. Fue una proeza, porque se hizo en un solo día con el solo medio mecánico de un dumper al que hubo que cargar 75 veces. Yo me pregunté de dónde salía tanta gente, pues en todo el día había siempre un gran grupo, con muchas mujeres que no se paró. Comimos a las seis de la tarde, después de acabar. Cuando me respondieron de dónde había salido tanta gente me dijeron que el imán había enviado a su gente para ayudarnos, que también los musulmanes habían trabajado. Yo inundado de nuevo por mis temores les pregunto si han dicho a los musulmanes que va a ser una iglesia católica. Ellos ríen y dicen que sí, que "también cuando ellos construyeron la mezquita, nosotros fuimos a ayudarles".

El obispo en la inauguración de la iglesia
Días más tarde, cuando los muros comenzaron por subir y había que hacer el encofrado para las ventanas, Yendupaag nos observó y muy discretamente, como hace todo se acerca a mí y me pregunta si tenemos puntales. Yo dije que no, pero que ya íbamos a buscar. El nos indicó una plantación de eucaliptus (3.000) y nos autorizó a cortar los que necesitáramos. Así lo hicimos. Al final de la obra llevamos la leña para su cocina. El se la dio a una viuda anciana "para calentar el agua"- dijo.

Hubo sucesivas anécdotas de este talante, forjando nuestra amistad y colaboración. Cuando la iglesia estuvo acabada invité al obispo para verla e ir a saludar a este hombre generoso. Lo hicimos y le invitamos a la inauguración con toda la comunidad musulmana. La fiesta es fiesta y ahí todo marchó bien: celebración, fiesta, comida, agradecimientos... La presencia de musulmanes fue multitudinaria.

Meses después, en la nueva iglesia, celebrábamos la boda de una muchacha cristiana con un joven musulmán.
Ramón Delgado

martes, 25 de noviembre de 2014

La diócesis de Hwange celebra su primer Sínodo diocesano

El martes día 18  de noviembre  comenzó en la ciudad y diócesis de Hwange (Zimbabwe) el primer sínodo diocesano que  esta diócesis celebra en sus cincuenta años de existencia. 

Celebración inaugural Sínodo HwangeInicio sesión Sínodo de HwangeReuniones en el Sínodo de Hwange

 El año pasado nos uníamos a la fiesta en un número especial de ID. El Sínodo que ha comenzado expresa las enormes ganas que tiene esta diócesis de madurar y de ser fiel a la misión Dicho sínodo  ha reunido a medio centenar de agentes de pastoral, sacerdotes, religiosos y laicos alrededor de su obispo  Mons. Alberto Serrano, misionero español y del IEME.


La apertura del Sínodo tuvo lugar en la parroquia de Santa María con una misa presidida por  el obispo y concelebrada por los sacerdotes  de la diócesis  y asistida por numerosos diocesanos.  El trabajo de las sesiones se puso bajo la protección  de la patrona de la diócesis, la Inmaculada.


Las sesiones se han centrado en temas y propuestas de contenido referido especialmente a evangelización, misión y realidad social. Se habían trabajado previamente en parroquias y comunidades de toda la diócesis, enviando al Sínodo una batería de proposiciones que son las que están siendo debatidas.  Como nos referían nuestros compañeros allá, el ritmo mantenido ha sido “ el africano, dándonos tiempo para escucharnos, valorar lo que se dice y encontrar la forma de decirlo para votar consecuentemente”. En el periodo de reuniones mantenido en esta semana, ya se han aprobado 21 propuestas.

miércoles, 5 de noviembre de 2014

Gracias Caddy, no calles nunca

La Federación de Comités de Solidaridad con África Negra UMOYA expresa su profunda alegría tras conocer la noticia de la concesión del premio Príncipe de Asturias de la Concordia 2014 a la periodista congoleña Caddy Adzuba por su reconocida labor en favor “de la libertad de prensa, la reconstrucción de la paz y los derechos humanos, especialmente los de la infancia y las mujeres en zonas de conflicto”. 

Es un premio muy merecido y que dotará a la periodista de un reconocimiento que puede contribuir a salvaguardar su vida, ya que debido a su actividad de denuncia, vive bajo la amenaza de muerte en la República Democrática del Congo, RDC. Para nosotros es como decirle “Gracias Caddy Adzuba, no calles nunca”. Caddy nació hace 33 años en Bukavu, la capital de la provincia Kivu Sur, al este de la RDC, región que sufre desde hace 20 años una intolerable situación de conflicto y violencia generalizada, provocada por la invasión de tropas y milicias extranjeras, con el fin de expoliar sus inmensas riquezas naturales.

Gracias a este y otros premios anteriores concedidos en Europa, la periodista se ha convertido en la cabeza visible de una larga y dura lucha de la sociedad civil congoleña por denunciar la agresión que sufren desde hace décadas, por hacer visible la situación de violencia, abuso y miseria en que se ven obligados a vivir cada día, debido a intereses económicos extranjeros. La periodista aprovecha la plataforma que le confiere este reconocimiento internacional para casi suplicar a los gobiernos de los países occidentales y sus multinacionales que dejen de apoyar esta agresión en nombre de los beneficios económicos, apela a su conciencia para acabar con esta guerra que no tendría lugar sin el apoyo de las grandes potencias. Esta agresión, llevada a cabo por Ruanda y Uganda principalmente, enriquece no solo a los países vecinos sino también a grandes multinacionales, especialmente mineras y petroleras. Por ello las principales potencias mundiales apoyan y mantienen la agresión, en beneficio de sus grandes corporaciones. Estas mismas potencias miran a otro lado y tergiversan los mensajes de denuncia de los valientes activistas como Caddy que gritan ¡Basta ya!, que no puede haber intereses económicos en el mundo que merezcan la pena los más de 6 millones de muertos inocentes, más de 400.000 violaciones al año desde los años 90, que hay que acabar con la impunidad de los responsables para acabar con la guerra, que la justicia es el único camino.

Caddy se ha convertido también en el icono de la denuncia de todo un pueblo contra una de las más crueles armas de guerra utilizadas en el conflicto del este de la RDC, al igual que en todas las guerras, la violación. La activista congoleña conoce muy bien los estragos de esta arma de guerra porque su región natal ha recibido el macabro título de “capital mundial de las violaciones”. Las violaciones utilizadas como arma de guerra golpean en lo más profundo del ser a una comunidad. Al violar y humillar a hombres, mujeres y niños, pero sobre todo a las mujeres, a las madres, y a las niñas, futuras madres, se hiere de muerte la dignidad y la
capacidad de resistir de la comunidad entera. La comunidad entera se derrumba psicológicamente, por ello es un arma tan destructiva.Este drama persistirá mientras persista la impunidad de los responsables, la impunidad seguirá estando garantizada mientras dure nuestro silencio, mientras la comunidad internacional no
preste atención a personas valientes como Caddy que de vez en cuando, con enormes peligros y esfuerzos, traen de nuevo a nuestros olvidadizos telediarios el drama más mortífero de la historia de la humanidad después de la II Guerra Mundial, la invasión del Congo por parte de Ruanda y Uganda, apoyados por nuestros gobiernos y grandes compañías. Un conflicto que se produce hoy, cada día, cada minuto, en nombre de los beneficios económicos de las multinacionales que gobiernan en mundo.

Crónica Cotidiana de una misión

El misionero Juanjo Alarcia desde Hwange, Zimbabue           



Hwange,  20 de octubre de 2014.

Queridos amigos
           
Hace poco más de un mes el Obispo me encargo que me encargara (de manera provisional hasta que pueda destinar a otro definitivamente) de dos parroquias, Nuestra Señora de la Paz y S. Kizito, en Victoria Falls. El sacerdote local, P. John Mudereri, que las llevaba ha sido destinado a Inglaterra como capellán de los zimbabuenses emigrados allá.
He tomado esta responsabilidad sin dejar mis otros deberes en la diócesis, (Administrador financiero de la Diócesis, encargado de CARITAS y párroco de S. Jorge junto con la administración de la escuela adjunta a la Parroquia).
Así que el jueves por la tarde me voy a Victoria Falls (105 Kms.) y el domingo por la tarde de nuevo a Hwange. De la atención dominical a la parroquia de S. Jorge se cuida el Obispo mismo y cuando él no está, uno de los curas en la ciudad de Hwange celebra allá la Misa. Y cuando ese tampoco puede es una religiosa Hija del Calvario quien se encarga de hacer un servicio litúrgico y dar la comunión.
En Victoria Falls la actividad pastoral en muy abundante. Dentro de la premura de tiempo, disfruto de esta actividad más entre la gente. Una de las parroquias está en la zona "pudiente" de la ciudad, las Misas se celebran en ingles y con frecuencia vienen turistas de todos los rincones del planeta. La otra está en un barrio más pobre y la liturgia es en vernácula (ndebele, nambia o shona, alternando) También a esta parroquia llegan a veces turistas que quieren tomar parte en una Misa mas “africana”. El domingo anterior tuvimos un grupo de una docena de polacos.

Estos meses está residiendo permanentemente en la casa parroquial un diácono (hasta que se ordene de cura) que atiende a los grupos de asociaciones, catecúmenos, etc. En mi ausencia. Alrededor de la casa parroquial merodean los animales, nuestros vecinos; babuinos que a veces suben a los tejados y nos dan la lata mientras se celebra la Misa, elefantes que tienen su paso nocturnos por aquí, facoceros que ponen nerviosos a los perros... Esto añade un poco de “poesía” que completa el rumor de las cataratas que se escucha en la noche, cuando no lo ahoga el ruido de los helicópteros y avionetas que pasean a los turistas sobre las cataratas. En esta época del año están muy bajas hasta que lleguen las nuevas lluvias en un par de meses.

Ya veis que a pesar de mis 71 años estoy en plena actividad y disfrutando de este ministerio. Y la salud me va respondiendo. Es verdad que algunos días termino cansado, especialmente los domingos, que además de las dos misas (de un par de horas cada una) casi todos los domingos tenemos en la tarde reunión de alguno de los consejos parroquiales de una u otra parroquia (otro par de horas) y a eso de las 5 de la tarde emprendo el viaje hacia Hwange para llegar antes de que anochezca.
            Con esta pequeña crónica quiero haceros llegar un abrazo.