Qué es el IEME

El Instituto Español de Misiones Extranjeras, IEME, es una sociedad de vida apostólica de sacerdotes seculares diocesanos españoles que se asocian entre sí para dedicarse a la actividad misionera de la Iglesia. 


Son notas esenciales del IEME, que configuran su identidad y que han permanecido siempre en la convicción íntima de sus miembros:
  • La pertenencia al clero secular diocesano de España;
  • La plena dedicación a la actividad misionera de la Iglesia;
  • La asociación mutua para que, viviendo la fraternidad y comunión apostólicas, realicen mejor la común vocación misionera


1. Expresión de la solicitud misionera de las diócesis de origen.

El IEME es un cauce para la realización de la vocación misionera propia de los sacerdotes seculares diocesanos, los cuales, por su ordenación, han de llevar en su corazón la solicitud por todas las Iglesias. 
Por nuestra parte, los misioneros del IEME, nos sentimos impulsados a realizar esta misión por nuestras Iglesias diocesanas, que nos alientan y acompañan en nuestra tarea misional, bien como miembros en servicio permanente de la misión, bien como asociados por un tiempo determinado. 
Unos y otros seguimos incardinados en nuestras diócesis de origen y nos sentimos enviados por ellas, permaneciendo unidos tanto al presbiterio como a las comunidades de donde procedemos. 
El IEME ofrece así a las Iglesias locales una expresión peculiar de su responsabilidad misionera, y a los sacerdotes diocesanos un modo propio de vivir su diocesaneidad. 
Las relaciones entre la Diócesis de origen, el IEME y el misionero se regulan por un acuerdo escrito firmado por el individuo, su Obispo y el Director General del IEME.


2. Sacerdotes diocesanos en las iglesias locales

Los sacerdotes del IEME desarrollamos la actividad misionera bajo la dependencia pastoral del Obispo de la Iglesia a la que hemos sido enviados, integrados en la vida y en el trabajo del presbiterio local. 
Con nuestra apertura a compartir la vida y el trabajo con otros miembros del presbiterio local, queremos apoyarles en su vida pastoral y en sus esfuerzos por realizar un estilo de vida propio del clero secular diocesano y en el establecimiento de la justicia entre los más pobres.
En nuestro trabajo ponemos un énfasis especial en la formación de comunidades cristianas, en la promoción del clero diocesano para que la Iglesia local alcance su plena madurez y en el establecimiento de la justicia entre los pobres.
La Iglesia, esencialmente misionera, debe nacer misionera y, desde su pobreza y debilidad, aprender a enviar heraldos del Evangelio a otros pueblos (cf. A.G. n° 37). Es también parte de la tarea del IEME suscitar ese talante específicamente misionero en las Iglesias locales donde desarrolla su actividad.


3. Vehículos de comunión entre las iglesias

Los vínculos de unión que mantenemos con la diócesis de origen, así como la inserción en las Iglesias locales a las que somos enviados, crean en nosotros la exigencia de ser vehículos de comunión entre las Iglesias. 
Tratamos de mantener vivos y operantes los lazos con nuestras diócesis de origen mediante: la información y comunicación constantes, la solicitud mutua y el aporte a la animación y formación misionera.