La jaula está vacía, el pájaro voló. Sí, de cualquier forma la jaula es hermosa, bella. Pero ¡es jaula! La majestuosidad de “San Pedro”, visto desde nuestro observatorio privilegiado, me hizo recordar la antigua y bien conocida canción mejicana: “En una jaula de oro…” Y es que, “¡aunque la jaula sea de oro no deja de ser prisión!”
¿De qué estamos hablando? De nuestra llegada al Vaticano
justo cuando “el Papa de las Periferias” había volado a Cuba y Estados Unidos
(sí, en EE UU en ese momento estaban concentradas, simbólicamente, todas las
periferias del mundo). Y ahí estábamos hospedados –en el Centro Internacional
de Animación Misionera –CIAM- Antonio (el Secretario General del IEME y yo).
Teníamos para el día siguiente, 23 de septiembre, una cita con el cardenal
Fernando Filoni, prefecto para la Congregación de la Evangelización de los
Pueblos. Y allá acudimos, puntuales, en la Piazza di Spagna, para informar de
la realidad y de la andadura del IEME, así como recibir sus observaciones y
consejos. Una conversación cálida y muy fraterna y un cargar pilas para seguir
nuestro diario caminar animando la vocación y la tarea misionera de los casi
150 misioneros del IEME, repartidos en 12 países de misión (14 con España y
Costa Rica, donde viven jubilados tres veteranos).
No cabe duda que Roma se sentía vacía; había que prender la
TV para ver y gozar al obispo de Roma allá cerca de donde lo habían traído
(“del fin del mundo” dijo él), en Cuba y en Usa. Allá estaban todos los focos
del mundo, captando los gestos y la palabra de quien se ha ganado el respeto de
toda la humanidad por su decidida opción por cambiar este mundo por otro -¡qué
sí es posible!- donde “cuidemos la casa común”, “pongamos a la persona y a las
familias en el centro”, “no excluyamos ni descartemos a nadie”, “no dejemos que
la economía y las finanzas desplacen a la política”… y, los que nos llamemos
cristianos, “aceptemos que tenemos un Padre con entrañas de misericordia que
nos invita a abrir las puertas, a salir fuera y a acoger a todos como
verdaderos hermanos”.
Desde su sede vacía, en Roma, sí nos sentimos cercanos y
solidarios con ese peregrino de la esperanza que es el papa Francisco y
sentimos su cariño paternal en Cuba y su voz firme y contundente en USA, con
humildad y firmeza siempre.
Madrid 25 de Septiembre del 2015
José Mª Rojo
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