El 17 de mayo por la mañana, hacia las 8, salimos en un todoterreno para la Misión de San Francisco (Kalala), primera misión abierta en la diócesis, en 1948. Después de unos 50 (¿?) km de tierra, llegamos al sitio, pasando por el lugar donde hace unos años mataron a una religiosa, la hermana Floriana, Baptistina italiana.
Después de una afectuosa pero breve acogida por parte
de la comunidad franciscana que lleva la misión, pasamos a una sala contigua a
la Iglesia (de estilo "italiano" de los años 80). Leo nos regaló con
una meditación/compartir desde su experiencia, algunos textos bíblicos y varias
referencias a las Constituciones del IEME donde buscar la opción del instituto,
por ende la nuestra. El tiempo para la oración personal nos llevó a la Eucaristía
que presidió Leo. Después, justo a las afueras de la iglesia, en un cementerio
para los religiosos que trabajaron aquí, hicimos un responso en la tumba de
José Manuel B. Gándara, compañero que falleció en tierras africanas hace tres años.
Los tres franciscanos que forman la comunidad del
lugar nos obsequiaron con una generosa comida y con la sobremesa, donde
compartieron algo de su historia y presencia en la misión.
Vuelta a Solwezi por el mismo camino de tierra, en
medio de una animadísima "cháchara" y de los "saltos" que
dábamos por los baches, tuvimos justo un momento de descanso antes de entrar a
la faena.
Desde las 4' 45 pm hasta las 9'30 pm estuvimos haciendo la presentación de los grupos de Zambia, Togo (incluído el proyecto del IEME en la República Centroafricana) y Zimbabue, con la ayuda de un diálogo muy rico y vivo, y de algunas imágenes escogidas que, al hilo de lo que se compartía, se fueron mostrando en la pared con un "minúsculo" proyector.
Desde las 4' 45 pm hasta las 9'30 pm estuvimos haciendo la presentación de los grupos de Zambia, Togo (incluído el proyecto del IEME en la República Centroafricana) y Zimbabue, con la ayuda de un diálogo muy rico y vivo, y de algunas imágenes escogidas que, al hilo de lo que se compartía, se fueron mostrando en la pared con un "minúsculo" proyector.
La tarea fue interrumpida tan solo por la oración de la
tarde y la cena (servido un menú con platos, preparados uno a uno, con pescado
o carne, macarrones y verdura, y algo de pan y agua).
A las 9'30 pm acabamos la jornada con el aperitivo que
no tomamos antes de la oración de la tarde por "lo animado del ambiente"
en el compartir que llevábamos.
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