martes, 26 de mayo de 2015

PENTECOSTÉS Y ENVÍO MISIONERO

Excelente marco brindaba la catedral vieja de Salamanca donde se congregó numeroso público en torno al pastor, D. Carlos López, para celebrar la Vigilia de Pentecostés. Y dentro de la vigilia, como colofón, envío misionero de Leonildo Ramos, sacerdote diocesano quien, a través del IEME, en breve saldrá para Zimbabue como misionero. Junto a él un grupo de seis jóvenes era enviado para una breve experiencia de un mes a la diócesis de Piura, en Perú.


Leo y el envío


Bien preparada la celebración que invitaba al recogimiento, la profundización y el gozo del Espíritu, derramado sobre los presentes. Se inició fuera, en el atrio de la catedral, donde se bendijo una hoguera en la que se quemaron simbólicamente todos los pecados, todo lo que nos aleja de seguir los impulsos del Espíritu Santo. Por el contrario, se prendió de ella el cirio y velitas compartidas por todos que nos introdujeron a la catedral para la escucha de la Palabra y el resto de la ceremonia.

Leo y Jóvenes

No faltaron los testimonios, del propio Leonildo, así como del Delegado de Misiones de la diócesis, Juan Robles y del director general del IEME, José Mª Rojo. Rubricada por la alegría de los cantos, la imposición del crucifijo a los futuros misioneros por parte del señor obispo fue un gesto aplaudido por la comunidad.



Se cumplía así ese reiterado pedido del papa Francisco de que o la Iglesia –toda la Iglesia- es misionera o no es la Iglesia de Jesucristo. O la Iglesia –toda la Iglesia- sale a las periferias para ser Iglesia Pobre y de los Pobres o no es la Iglesia de Jesucristo.

El Obispo y el Director

Otro hecho, prácticamente a la misma hora y al otro lado del Atlántico, nos unía y nos hermanaba con la Iglesia Universal: la beatificación de Monseñor Romero, mártir del Salvador y símbolo, como ninguno, de esa Iglesia samaritana y testigo del Resucitado hasta dar la vida como El, en defensa de los más pobres.

Y Mons. Romero


                                                                                                       José Mª Rojo


0 comentarios:

Publicar un comentario