La confección de estrellas en Navidad, en el nordeste de Tailandia no es sólo una tradición singular. En este nordeste del país que llamamos Isaan, la estrella se convierte en un signo de identidad cristiana y católica.
El visitante que merodee las zonas rurales de Isaan se
encontrará con la sorpresa de ver estrellas colgadas, de diversa proporción, en
las vigas del exterior de las casas, quizás también en árboles cercanos o en
varas de bambú clavadas junto a la casas. Son estrellas hechas artesanalmente
de bambú, a las que se les adhiere un papel de colores llamativos que dan un
tono de multicolor al paisaje.
La tradición en los pueblos
católicos de la ribera del Mekong se hace apasionante. Genera un ambiente de
alegría y fiesta. Sueñan con la estrella que ha de ir aquí o allá, o cuál ha de presidir la puerta de la iglesia.
Los sueños pasan al trabajo que hay que realizar. Por eso se ha de ir a buscar el bambú y cortar la caña elegida.
El verdor del bambú habla de su flexibilidad y moldeabilidad, de su textura
fuerte y resistente. La verdad es que estas gentes a las que quiero no sabrían qué hacer
de su vida sin esa planta tan maravillosa que les posibilita toda su vida. Con
el bambú hay comida, se construye la casa, los andamios, se hacen utensilios,
cestería….y prácticamente todo.
Una vez medida la proporción en la que quieren construir la estrella, elegirán las puntas que llevará la estrella e irán cortando el bambú para sacar estas sus aristas limando a la perfección las varas hasta hacerlas del grosor apropiado y con la suavidad requerida para que cuando se vaya a pegar el papel, éste quede lo suficientemente ajustado y alisado.
La tradición pide que esta
artesanía se haga una tarea en grupo, en cadena. unos cortan, otros liman,
otros ajustan, otros cortan el papel y otros harán el pegamento de arroz y al
final se va pegando y recortando. Después vendrán otros adornos para que no se
vean las juntas de papel o harán estelas de papel que flotarán en el viento. Así celebran no sólo una Navidad anticipada,
sino la vida comunitaria que los hace fuertes.
En algunas parroquias hay
certámenes donde se elige la estrella que se pondrá en la puerta de la Iglesia. A veces se
procesionan las estrellas ganadoras y se exponen para que todo el mundo las vea,
brillando, iluminando. Es muy normal que las parroquias queden adornadas en su
interior por una profusión de estrellas que cuelgan del techo. Estas engalanan
y acreditan que la Navidad está ya aquí, que la hemos preparado y que Dios nos
envía su luz a través de la estrella de Belén.
Los catequistas se encargan de
organizar el orden en que se han de colocar las estrellas, en el momento de
adornar viene la gente a adornar su
iglesia que será en esos meses una atracción incluso para sus amigos o vecinos
budistas. Las estrellas alegran y hacen presenten que la vida cristiana no sólo
se encuentra en el templo sino diseminada a través de las casa de la aldea, de
la ciudad, de este país de inmensa sonrisa que es Tailandia.
En la noche de Navidad, durante
la misa es clásico en algunas parroquias hacer bajar la estrella sobre el
portal. Una vez instalada hay aplausos y la comunidad se siente feliz de ver que todo su trabajo ha culminado como
se debe.
En aquí ahora el proceso de cómo se hace una estrella:
En aquí ahora el proceso de cómo se hace una estrella:
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