
Han sido pocos, ciertamente, los días de camino. Podríamos haber empezado en Roncesvalles, o menos ambiciosos en Burgos o León. Sin embargo comenzamos en Sarria cumpliendo generosamente algo más de los 100 últimos kilómetros del camino exigidos para obtener "la compostelana".
Hemos querido hacerlo como lo que ha de ser, una auténtica experiencia espiritual, renovadora, purificadora. Hemos tenido que caminar lentos, yo diría que bastante lentos,...