Sí, parece que fue ayer, pero hace 35 años la Jornada de Epifanía tenía como lema este título: Servidores de la comunidad.
En la reflexión de aquel año se hacía referencia a unas palabras del Cardenal Malula, en su carta del Centenario de la Segunda Evangelización del Zaire, decía " Un laicado mayor de edad y responsable tenía que ocupar su puesto en la Iglesia tan predominantemente clerical de la época misionera. Tareas de responsabilidad que antes eran exclusivas del clero, hoy son asumidas y realizadas muy bien por los laicos. Surgen ministerios nuevos a impulsos del Espíritu del Señor".
Como vemos son palabras todavía muy actuales y todavía tarea que realizar. "Los catequistas-seguía la reflexión- como los misioneros son artesanos de la comunidad. A ella dedican lo mejor de sus vidas. El testimonio de su fe, tal vez sencilla, pero profunda y sólida, se concreta a menudo en el servicio a los hermanos.
Artesanos de la esperanza y entusiasmo que hoy nos ofrecen las iglesias jóvenes. El catequista es un sembrador de esperanza entre su gente porque la Buena Nueva es noticia de esperanza y de liberación.
¡Qué generosidad de estos laicos/as, cuánto de agradecer que han creado comunidades cristianas y no han reivindicado ninguna autoridad ni privilegios! Inspirados /as por el Espíritu han sido creadores anónimos de comunidades creyentes.
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