lunes, 16 de octubre de 2017

VALENTÍA (PARRESÍA) COMO VIRTUD MISIONERA

Con este lema tan apuesto y motivador se presenta la Jornada del Domingo Mundial de las Misiones o dicho de otra forma más popular y conocido, el DOMUND que la OMP para la Propagación de la fe nos propone para este año. Un estímulo, sin duda para que “el corazón misionero de las comunidades cristianas participe, a través de la oración, del testimonio y de la comunión de bienes”, en la respuesta a las graves y vastas necesidades de la evangelización” (Mensaje para el DOMUND Papa Francisco)

  cartel

  El cartel que dinamiza la Jornada de este año es motivador. Me retrae al mundo deportivo, al mundo de las emociones dinámicas y sanas, porque toda afirmación de la valentía rompe barreras, moldes; es un mundo, de superación de uno mismo, de hazañas, de riesgo también. La sombra que corre saltando las vallas del propio lema, los horizontes del propio diseño o los colores vanguardistas y difuminados del papel que hacen que la misión se instale sin fronteras, es un perfil creyente que se apuntala con la imagen de una cruz que vuela. Quizás impulsando con su fuerza interior el propio salto de la persona que la porta, posiblemente sintiendo las evocadoras palabras del profeta Isaías “..los que esperan en el Señor verán sus fuerzas renovadas: les salen alas de águila, corren y no se fatigan, caminan y no se cansan” (Is 40,31). Esa es su pretensión, lograr que la cruz vuele, sea además signo de victoria, trampolín que impulsa el diálogo artístico entre el cartel y quien lo contempla y observa.

Alberto en Dete


No duda cabe que la Misión se vive y extiende en la medida que hay anuncio y salto a la vida. No un anuncio cualquiera, se anuncia el Evangelio, se anuncia una persona, se anuncia a Jesucristo. El mundo necesita el Evangelio de Jesucristo porque es fuente de vida, es camino de esperanza, es sueño de una sociedad más justa, más fraterna, más solidaria. Uno no se puede avergonzar de llevar este tesoro, de experimentar esta gracia, de ser conocedor de esta experiencia tan maravillosa. Por eso se nos invita a vivir este anuncio y hacerlo con valentía. De ahí el lema SE VALIENTE, LA MISIÓN TE ESPERA. 

Los cerros de Lima




Nos dice la Redemptoris Missio que “el anuncio está animado por la fe que suscita entusiasmo y fervor misionero…Los Hechos de los apóstoles expresan esta actitud con la palabra parresía que significa hablar con franqueza y valentía; este término se encuentra también en San Pablo “Confiados en nuestro Dios, tuvimos la valentía de predicaros el evangelio entre frecuentes luchas” (1 Tes 2,2) “Orando…también por mí , para que me sea dada la Palabra al abrir mi boca y pueda dar a conocer con valentía el misterio del Evangelio del cual soy embajador entre cadenas y pueda hablar de él valientemente como conviene (ef. 6,19-20)´”
Misioneros de Burgos

 No sólo es la Iglesia, como institución la que anuncia, es en razón del bautismo por lo que se nos constituye a cada uno de los bautizados en comunicadores del Evangelio. Cada cristiano ha de anunciar esta alegría no desde palabras huecas, sino desde la rúbrica de que “el Señor ha hecho obras grades con nosotros y estamos alegres” (Sal 125,3), lo ha de llevar, desde esta experiencia propia, desde la empatía que engendra el testimonio de haber acompañado la vida de la gente, sus dolores y conflictos, desde la alegría de haber ungido de fraternidad y solidaridad la soledad y las dolencias del mundo.

En R. Dominicana

 Nos dice el Mensaje del Papa para esta jornada que los jóvenes son la esperanza de la misión. Lo hemos percibido en cantidad de jóvenes lazados a la Misión en este verano. Jóvenes, varones y mujeres, de edades más tempranas y jóvenes adultos han llevado mensajes de esperanza a muchos rincones del planeta. He visto a algunos no sólo con maletas repletas para, consolar y solazar a niños y adultos en la dureza de la vida, sino con corazones repletos de sueños, de vida entregada por amor a Cristo.

Leo en Zimbabue

 Vivir en esta espiritualidad de camino, de éxodo continuo, nos dice el Papa Francisco, nos lleva a poner esta noticia alegre en las periferias que necesitan la luz del evangelio” (EG 20). Por eso este permanecer en camino nos exige estar atentos, para estar disponibles, para estar prontos y acogedores. Es una espiritualidad de la escucha y un ministerio el de la visitación. Esta sensibilidad especial requiere en los tiempos que nos han tocado vivir valentía, parresía lo llaman otros, para no esconderse, para no verse arramblados con la comodidad, con la desidia, con el hedonismo o con aquellos pensamientos que desguazan para sus intereses la dignidad del ser humano. Por eso que este año las Obras misionales pontificias nos proponen esta idea SÉ VALIENTE, LA MISIÓN TE ESPERA.

0 comentarios:

Publicar un comentario