Una iglesia abarrotada de gente, más de cien sacerdotes,
tres obispos y una celebración sobria, emotiva y ordenada fueron el marco de la
despedida a JOSE MANUEL MADRUGA SALVADOR, delegado de misiones de Burgos y
quien fuera por 10 años (del 1993 al 2003) Director General del IEME.
Se nos fue un gran trabajador: un hombre, un sacerdote y un misionero consecuente. Alguien que, como dijo en la acción de gracias el director del IEME, “no miró el alargar su vida; miró el ver cómo la entregaba día a día y a tope”. Igualmente –con sobriedad, eso sí- destacaron su entrega y su espíritu misionero los tres obispos presentes: Don Francisco Pérez, burgalés y arzobispo de Pamplona, don Ramón del Hoyo, también burgalés y emérito de Jaén, y el titular de la arquidiócesis, don Fidel Herráez.
José María Rojo
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