Entrevista al catequista Phillipe Exalus (Felipe), Diócesis de Barahona, República Dominicana. En República Dominicana hay muchas zonas rurales y montañosas de difícil acceso. En ellas sobreviven, a merced de las inclemencias del tiempo, pobres campesinos. En el Suroeste, en la Sierra del Bahoruco son inmigrantes haitianos los que trabajan en estas montañas. Los misioneros del IEME han establecido algunas comunidades nuevas donde ejercen su labor misionera catequistas de origen haitiano. Entrevistamos a uno de ellos de la parroquia Ntra. Sra. de la Altagracia de Paraíso, diócesis de Barahona.
Hola Philippe.
¿Desde cuándo eres catequista en estas montañas de Paraiso?
Phillipe: "Llegué al país en
el 2000 y trabajé en la agricultura en El Maniel. A partir del 2002 empecé como
catequista, a colaborar en los Derechos Humanos y a formarme con el doctor Alfredo
en el 2003, como Técnico Comunitario de Salud".
Como técnico de
Salud ¿cuál es tu función? "Visito en la Loma 14 comunidades,
repartidas por las fincas; a veces
llueve, hay que subir y el camino está resbaloso. Cuando llego doy una charla
con ellos sobre el agua, las vacunas, la eficacia de las vacunas a niños y
adultos, les enseño. Atendemos su salud: si tiene fiebre, diarrea, - ahora el
cólera está matando a mucha gente- , a veces encontramos personas con
tuberculosis; informo también al personal
de Salud Pública ".
¿Cuál es el
problema más grande en la comunidad? "El problema más grande es que no
tienen documentos (permiso de residencia) para bajar al hospital. Tienen miedo de
la guardia, la falta de documentos legales es muy grave. No hay botiquín en las
comunidades y ese es otro gran problema.
Cuesta mucho bajar al médico y si no tienen documentos tienen miedo de hacerlo".
¿Cuántas personas
acuden a la iglesia? "Entre 50 y 60. Celebramos la Palabra de
Dios, damos catequesis los sábados y cuando sube un padre, una vez al mes,
celebra la “misa normal”. Solemos cantar en kreyol,
pues la mayoría somos haitianos o descendientes de haitianos. Nos gusta mucho
el canto y los padres dicen que cantamos bonito.
Preparamos
al bautismo; el padre completa la catequesis a los padres y padrinos, estamos preparando
para el bautismo, tengo 18 niños apuntados..”
¿Hay otros
problemas en la comunidad? "También hay problemas de agua
potable en la comunidad. En realidad no hay agua. Lleva 8 meses sin llover.
La sequía está afectando mucho, se pierde la habichuela, se pierden los
productos. Mucha gente ha emigrado a otro sitio. Yo me quedo porque tengo una
familia..., más adelante no sé lo que voy a hacer. La sequía no deja nada a
uno, se pierde todo y la gente vive de milagro, de fe en Dios.
Otro
problema es la escuela. Yo estoy
dando clases casi sin nada, tengo 24 niños. Hay una escuela pública, pero no
está funcionando bien. Hay problemas el profesor sólo sube el martes a la loma
y baja el miércoles. La comunidad viene hasta mí para que yo les de clase a los
niños. Ellos deciden pagar 200 pesos al mes (5 euros) cada persona; entonces les
hice el favor, pero ellos no tenían con qué pagar pues con la seca pierde todo. Entonces yo seguí enseñando
así, hasta que aparece alguna comisión que pueda pagarles algo. Hablamos con el
párroco a ver si puede conseguir algunos libros, cuadernos, para darles a los
niños. Para para terminar la primaria necesitan documentos que no tienen.
Algunos
niños tienen acta de nacimiento de Haití, pero no dominicana, pues las mamás de
ellos no tienen documento, ni dinero para pagarlo. Es muy difícil sacar los documentos
porque hay que pagar mucho dinero.
Filippe ¿Qué
otras actividades desarrollas en la comunidad? "También he dado clase
de alfabetización de adultos: Algunos no sabían nada y aprendieron bastante.
Fue con un proyecto de la parroquia para varias comunidades y nos pagaban algo.
Pero se acabó el proyecto.
Nosotros
queríamos hacer una cosa por la comunidad pero cuesta mucho dinero. Es
"jalar" un agua que hay en el
Maniel, bajo tierra, con un molino y panel solar, jalar el agua y ponerlo en un
aljibe para que la escuela tenga agua. También hay un manantial más arriba, que
tiene agua permanente. Traer el agua por tubería para la comunidad sería una
solución pero cuesta mucho dinero. También vino un padre redentorista que nos
ayudó a hacer la iglesia de Audón y un centro de formación".
¿Qué te motiva a
hacer todos los trabajos que realizas?
"Me
gusta trabajar por mi comunidad, principalmente con los haitianos. Hay gente
que trabajaba conmigo, por el motivo de dinero, pero se han ido y ahora en la
Iglesia yo tengo que hacer hasta las lecturas, pues se fueron. Ahora me piden
que les ayude con los niños en la escuela, ¿qué voy a hacer? Pues
ayudarlos".
Gracias, Filippe,
con catequistas como tú crece la Iglesia, se hace fuerte la comunidad y el Reino de Dios está presente en estas
montañas con la práctica de la misericordia y la evangelización.
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