El Papa Francisco, durante su viaje apostólico en Myanmar, expresaba su agradecimiento a las Obras Misionales Pontificias. Gracias a “la generosa asistencia proporcionada por las Obras Misionales Pontificias – decía el Santo Padre – la Iglesia en este país está ayudando a un gran número de hombres, mujeres y niños, sin distinción de religión u origen étnico”.
Lo decía durante la homilía de la Misa que ha
celebrado hoy en el Kyaikkasan Ground, en Rangún, la antigua capital del país.
“Muchos de vosotros habéis venido de lejanas y remotas tierras montañosas,
algunos incluso a pie. Vengo como peregrino para escuchar y aprender de
vosotros, y para ofreceros algunas palabras de esperanza y consuelo”. Y les ha
hablado de la cruz – la verdadera sabiduría del Señor –, de curación, del
bálsamo saludable de la misericordia.
“Sé que la Iglesia en Myanmar ya está
haciendo mucho para llevar a otros el bálsamo saludable de la misericordia de
Dios, especialmente a los más necesitados. Hay muestras claras de que, incluso
con medios muy limitados, muchas comunidades anuncian el Evangelio a otras
minorías tribales, sin forzar ni coaccionar, sino siempre invitando y
acogiendo. En medio de tanta pobreza y dificultades, muchos de vosotros
ofrecéis ayuda práctica y solidaridad a los pobres y a los que sufren. Con el
servicio diario de vuestros obispos, sacerdotes, religiosos y catequistas, y en
particular a través de la encomiable labor de la Catholic Karuna Myanmar y de
la generosa asistencia proporcionada por las Obras Misionales Pontificias, la
Iglesia en este país está ayudando a un gran número de hombres, mujeres y
niños, sin distinción de religión u origen étnico. Soy testigo de que la
Iglesia aquí está viva, que Cristo está vivo y está aquí con vosotros y con
vuestros hermanos y hermanas de otras comunidades cristianas”.
La ayuda de las Obras Misionales Pontificias
a la Iglesia de Myanmar ha estado presente año tras año, durante decenios. La
Iglesia universal y católica se hacía presente y cercana a la Iglesia de
Myanmar con estas ayudas, que este año 2017, han ascendido a 1.498.500 dólares.
Un dinero que, como ha dicho el Papa, ha ido a apoyar a las casi mil
instituciones educativas y sociales de la Iglesia, que van desde colegios a
residencias de ancianos, por leproserías y orfanatos, que muestran el
compromiso de todas y cada de las 16 diócesis de Myanmar por estar cerca de los
más necesitados de la sociedad.
Obras Misionales Pontificias extienden este
agradecimiento del Papa a todos los donantes que colaboran con el DOMUND, con
Infancia Misionera y con la Obra Pontificia de San Pedro Apóstol.
(Fuente: Obras misionales Pontificias)
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