Nunca mejor dicho lo de broche de oro, pues fue con eso, la celebración de las Bodas de Oro de los compañeros del IEME que cumplen este año 50 años de sacerdocio, con lo que concluyó la Convivencia de Verano de los IEME en España (este año en Los Negrales) cerca de la sierra de Madrid.
Fueron
8 los compañeros que lograron reunirse: Pedro Salinas (en Navarra); Anastasio
Calderón (regresado de Cuba); Ramon Piñeiro (Lugo, ex de Zambia); Patxi Beloqui
(Navarra, ex Zimbabwe); Alberto García (Segovia, ex Mozambique y Dominicana);
Isaac Benito (Segovia, ex Zimbabwe); Jesus Maria del Barrio (aún en Zimbabwe);
Florentino del Castillo (Valladolid, ex Zimbabwe). Faltó solo Francisco Ortega
(de Almería y aún en Guatemala).
Recordaron
sí, a los fallecidos (entre ellos a Tomás Nicolás, leonés, ahogado en el río
Magdalena, Colombia, a los 7 meses de llegar y a Vicente Hondarza, de C. Real,
mártir en Perú). Y recordaron también al grupo de compañeros que dejaron el
sacerdocio optando por otros caminos, muchos de los cuales siguieron o siguen
comprometidos en las tareas del Reino.
Fue
una celebración calmada y hermosa, llena de alegría, de símbolos y de colorido
más que de nostalgia o lamentos del pasado. Recibieron nuestros aplausos y un pequeño
recuerdo.
A
ellos se unió Pascual Saorín, de Murcia y del grupo del Japón, celebrando sus
Bodas de Plata y echó en falta a sus dos compañeros Pablo Seco (Alcalá y Japón)
y Nacho López Cea (en Cáceres y ex Nicaragua).
La
vida sigue y la misión sigue. Y para ello estábamos allí casi 40 compañeros
decididos a testificar a favor de ello. Por supuesto, que nos faltó aún tiempo
para dar gracias a Dios por tantos dones acumulados y tanto privilegio recibido
y gozado.
José Mª Rojo G.
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