jueves, 3 de septiembre de 2015

¿CUOTAS, REPARTO…. DE QUÉ ESTAMOS HABLANDO?

Cuotas de mercado, cuota láctea (ahora en boga por el problema que afrontan los productores de leche), cuota cárnica, cuota de la asociación…. Cuota, de qué cuota estamos hablando? Y reparto: mus y dame cuatro…. Hablamos de reparto de cartas o reparto ganancias y pérdidas…

Refugiados e inmigrantes en el mar

En las últimas semanas no dejamos un solo día de oír estos términos en boca de dirigentes políticos europeos y españoles, y verlos en grandes titulares de la prensa escrita. Cuota y reparto no dejan de ser dos términos cuantitativos utilizados por el sistema de producción neoliberal dominante que todo lo somete a las leyes del mercado, convirtiendo en mercancía todo lo que toca y que como tal se puede comprar, vender, repartir o desechar…. Incluidas las personas.
bodas de barcos cargados que seres humanos

Pero no, no estamos hablando de cuotas de producción o de reparto de cartas de la baraja, hablamos de la crisis de refugiados y desplazados más importante desde la Segunda Guerra Mundial, según algunas agencias de la ONU. Es decir hablamos de personas y de sus historias: de nombres, de vidas humanas, padres, madres, hijos, abuelos, niños y niñas…. Personas con proyectos de vida frustrados, pero personas con sueños de futuro.
ExodoSegún la Convención de Ginebra sobre el Estatuto de los Refugiados, un refugiado es una persona que "debido a fundados temores de ser perseguida por motivos de raza, religión, nacionalidad, pertenencia a un determinado grupo social u opiniones políticas, se encuentre fuera del país de su nacionalidad”… Es decir, no es una persona que ha tomado una decisión voluntaria, aunque obligada por las circunstancias,  de emigrar de su país, sino que es una persona perseguida y, en el caso que nos ocupa, escapan de la guerra, y por tanto es necesario que los refugiados sean protegidos en el país de asilo. Los Estados tienen la obligación de no expulsar ni devolver a los refugiados o solicitantes de asilo a cualquier país donde puedan correr peligro, tampoco deben establecer discriminaciones entre grupos de refugiados sino que más bien deben garantizar el acceso de los refugiados a sus derechos económicos y sociales.

ruinas y población en Siria

Pero mientras, una parte de los líderes europeos tratan de blindar la entrada a Europa, otros se ponen de perfil mirando para otro lado, contribuyendo todos al fracaso europeo en la acogida de los refugiados e incrementando su drama y su tragedia. Eso sí, todos claman contra los métodos criminales de las mafias que se enriquecen traficando con personas.
Pero, ¿qué ha hecho y que hace la vieja Europa, alumbradora de libertades y derechos? Como integrante de la OTAN no podemos olvidar las desafortunadas intervenciones militares, llevadas a cabo más por intereses económicos que por otra cosa, en algunos de los conflictos bélicos en países de los que proceden muchos de estos refugiados, así como la lamentable acción diplomática en la región.
Cansancio
Tampoco podemos dejar de lado el poco transparente mercado de armas. Diferentes informes de centros dedicados a la investigación por la paz, establecen que la Unión Europea, con un 25%, fue el tercer exportador mundial de armas en 2013; por detrás de Rusia que exportó el 30% de las armas mundiales y de Estados Unidos con un 26%, y por delante de China que exportó el 7%. Francia, Alemania, Reino Unido, España, Austria e Italia autorizaron el 80% de las exportaciones europeas, lo cual nos da una idea de los países más activos y comprometidos con la producción y venta de armas.
Y, ¿cuál es el destino de esas armas? El principal destino es el mercado interno europeo, pero el segundo en importancia es Oriente Medio al que se han autorizado un 19% del total. Esta región, con una elevada violencia política y una de las zonas del mundo donde se producen mayores violaciones de los derechos humanos, recibió el 24,4% de las exportaciones de armamento que se realizaron en España en el primer semestre de 2014.


Refugiados en estación de metro

Oí decir el otro día, en un medio de comunicación, una persona muy autorizada del gobierno comentaba que lo importante es hacer una intervención “en origen” para no llegar a estas dramáticas situaciones y no vernos obligados a acoger a los refugiados. Los ojos se me hacían chiribitas y me preguntaba ¿pero que me cuenta esta señora? ¿con qué recursos hacemos esa intervención en los países afectados para evitar la sangría de sus ciudadanos? Sin ir más lejos, desde el año 2010 el estado español ha recortado de sus presupuestos nacionales el 70% de los fondos destinados a la ayuda oficial al desarrollo y se hunde en los últimos puestos de la clasificación de donantes del Comité de Ayuda al Desarrollo de la OCDE ocupando el puesto 22, solo por delante de Grecia y de cinco nuevos donantes.
Refugiados en Estación de trenes
También han sido sustanciales los recortes en los presupuestos de la Unión Europea de la ayuda al desarrollo y sólo cuatro estados miembros (Suiza, Dinamarca, Holanda y Luxemburgo) han alcanzado la meta colectiva de destinar el 0,7% según los acuerdos internacionales.
…Pero seguimos lamentándonos de los criminales métodos de las mafias.
Frente al tan traído y llevado debate sobre cuotas y repartos,  lo que realmente necesitamos son personas nuevas, de mente limpia y amplia, capaces de promover sociedades acogedoras, inclusivas, plurales, humanistas y solidarias. Sin embargo, la sola acogida no basta, es necesario que las personas refugiadas puedan recuperar su dimensión humana comprometiéndonos todos a encontrar una respuesta a sus necesidades.
Como manifestó el Papa Francisco en su día, es preciso “Encontrar. ¡Tened siempre viva la esperanza! ¡Ayudad a recuperar la confianza! ¡Mostrad que con acogida y hermandad se puede abrir más que una ventana, una puerta, se puede tener todavía un futuro!... Servir... Acompañar…  Defender” Todo ello supone “tender la mano, sin cálculos, sin temor, con ternura y comprensión… establecer con ellos relaciones humanas, de cercanía, vínculos de solidaridad. Solidaridad, esta palabra da miedo al mundo más desarrollado… buscar juntos caminos, vías concretas de liberación”. Conlleva hacer efectivos “los derechos humanos” y cultivar “la misericordia verdadera, la que Dios nos da y nos enseña, pide la justicia, pide que el pobre encuentre el camino para no seguir siéndolo.  Servir, acompañar quiere decir también defender… ponerse de parte del que es más débil” ( Discurso en su encuentro con refugiados en la sede italiana del Servicio Jesuita a los Refugiados, 10 de septiembre de 2013)
¿A qué esperamos para actuar? Es imprescindible impulsar un desarrollo auténtico e integral y crear condiciones de vida dignas para todos. Los refugiados tienen miedo y de nosotros/as depende que esos fantasmas desaparezcan y que como personas puedan rehacer sus planes y su futuro.
Carlos López
Burgos, 1 de septiembre de 2015

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