El próximo día 8 de septiembre, la diócesis de Hwange, en Zimbabue, celebra el 50 Aniversario de su creación como tal diócesis.
La que fuera la Prefectura Apostólica de Wankie, cambió su nombre en Hwange a partir de la independencia del país en 1980. Los misioneros españoles del IEME que habían llegado en 1949 recibieron de la Santa Sede esta Prefectura que se había desgajado de Bulawayo. Fueron prefectos apostólicos durante un período de 14 años Alberto Font y después Domingo Ros.
En Abril de 1963 fue consagrado en Burgos para la nueva diócesis de Hwange Mons. Ignacio Prieto, misionero del Instituto Español de Misiones Extranjeras (IEME), natural de León, que tomó posesión en Julio de ese mismo año. Mons. Ignacio Prieto permaneció en la diócesis hasta su jubilación en 1998 y moriría en Madrid en Mayo del 2008. Le sucedió en la sede de Hwange, Mons . Roberto Ndlovu, que en el 2004 se le nombró arzobispo de Harare. Fue nombrado entonces como Administrador apostólico y más tarde consagrado obispo en el 2006, Mons. José Alberto Serrano Antón, también misionero del IEME de la diócesis de Zaragoza.
El trabajo evangelizador que los misioneros españoles habían estado realizando, se vio compensado con un incremento y una vitalidad tan grande en las comunidades cristianas, que la Santa Sede vio la conveniencia de dividirla en dos, creándose una nueva diócesis, la de Gokwe. Se consagró obispo a otro español del IEME, Mons. Ángel Floro Martínez, de la diócesis de Albacete y es el actual presidente de la Conferencia Episcopal de Zimbabue.
Los misioneros del IEME han trabajado en la creación de pequeñas y vitales comunidades. Han fomentado el desarrollo y el ministerio de los catequistas, creando la Escuela Nacional de Catequesis que tiene su sede en esta diócesis. Han trabajado en la creación de escuelas de enseñanza primaria y secundaria, que en algunos casos el gobierno las ha hecho estatales. En el Campo de la salud, creando hospitales como el de Hwange y otros más pequeños hospitales o clínicas que dependen de la misión como son las de Kariyangwe, El Sagrado Corazón, Kamativi.
Después de esta riqueza, espiritual, pastoral, cultural y humana es gratificante celebrar un 50 Aniversario lleno de bendiciones. Felicidades.
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