lunes, 1 de agosto de 2016

Nkosilomusa volverá a la escuela

En este  mes de mayo que ya ha quedado atrás como página leída, cuando estuvimos en la misión de Luzulu (Zimbabue), nos encontramos con una persona que nos tocó el corazón. Podía haber sido un hecho más de la impotencia humana, un hecho más que la vida nos depara...no lo sé, las experiencias discurren por derroteros que nadie sabe, pudimos habernos olvidado. ¿Es que no se cuentan por miles los que sufren problemas similares? Fuimos a visitar a Nkosilomusa. Nos  tocó el corazón. 


Delante de casa

Luis Carlos, nos llevó a verlo como visita circunstancial porque había sufrido un accidente. Una vaca le había dado una coz y a su edad, el fémur de su pierna no aguantó el embate. Se la partió. Con una muleta reciclada  de aluminio y una rama arrancada de cualquiera de los arbustos que rodean su cabaña, Nkosilomusa, a duras penas se erguía con su pierna retorcida en la muleta.

Juntos después de la operaciónEn un país donde todo lo relativo a la salud es de una precariedad total, y la pobreza se apega a los seres humanos como sarna en la piel, las posibilidades de futuro ya estaban claras. Se reflejaba en su rostro cuando fuimos a visitarlo a su casa, su mamá, su hermano pequeño reflejaban una derrota total. ¡Cómo alzarse en pie y recorrer la distancia que todos los niños/as han de hacer para ir a la escuela! ¡Cómo acarrear siquiera los bidones de agua desde el pozo más cercano, cómo seguir el ritmo al andar cansado de las vacas!¡Cómo jugar con las risas inocentes de los niños ¡un hachazo duro a los sueños de Nkosilomusa! En un país donde la pobreza se hace presente en cada rincón, cómo un lisiado podría hacerse un sitio en Zimbabue!


radiografía

Tocamos el corazón generoso de amigos, amigas, de niños y niñas de la escuela que fueron sacando de sus huchas, de "sus pagas dominicales", una moneda que invertir. Amigos/as, maestros/as, catequistas, personas de edad, incorporaron sus pequeños sueños para ver a Nkosilomusa  poder levantarse. Era preciso llevarlo al hospital a la ciudad. Para nosotros tan normal, pero para él una imposibilidad, algo que no se podría llevar a cabo. ¡quién podría llevarlo!¡Cómo pagar esas facturas con dígitos tan enormes!¡ Quién sería el samaritano que lo llevara a la posada y poner el ungüento que restañase sus heridas.

Su pierna curada

Luis Carlos, veía la preocupación, pero hicimos piña con él y le dimos el ánimo, lo creímos una causa en la que valía la pena gastarnos, llamar a puertas para devolver sonrisas y sueños. Para dar futuro, para ver de nuevo a Nkosilomusa en el pupitre de su escuela, a pesar de su distancia. ¡Ahora podría! Claro que se pudo y hubo gran generosidad, de tal manera que las revisiones se pueden también llevar a cabo.Casi 6.500 euros que han podido pagar la operación, las medicinas necesarias, la estancia,y también las revisiones!
¡Felicidades a Nkosilomusa y gracias a todos los amigos que han confiado y deseado este milagro!

Con su padre y hermanos

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