"Los hijos que crecen en familias misioneras a menudo se vuelven misioneros" (289)...comenta la Exhortación apostólica.
“Amoris laetitia” ("La
alegría del amor") es la esperada “Exhortación” del papa Francisco sobre
el *amor en la familia*. En ella, el Sumo Pontífice aborda los más diversos
aspectos de este tema, como el matrimonio, el amor cotidiano, el amor apasionado,
la educación de los hijos, las crisis actual por la que pasa la familia, el
poder trasformador del amor, el divorcio, los LGTB etc.
"En el
horizonte del amor, “central en la experiencia cristiana del matrimonio y de la
familia”, se destaca también otra virtud, algo ignorada en estos tiempos de
relaciones frenéticas y superficiales: “la ternura". Palabras del Santo
Padre Francisco que adornan la contraportada de nuestra edición de Amoris
laetitia.
«Antes de comenzar
el *Sínodo sobre la Familia*, con motivo de una vigilia de oración ante la
Asamblea Sinodal, el papa recomendó a los prelados escuchar “el grito del
pueblo” y prestar atención a “los latidos de este tiempo” con el fin de abordar
con “credibilidad” la temática de la familia».
“Para encontrar lo
que el Señor pide a su Iglesia, debemos escuchar «los latidos de este tiempo» y
percibir «el olor de los hombres y mujeres de hoy», «hasta quedar impregnados
de sus alegrías y de sus esperanzas, sus tristezas y sus angustias». En ese
momento sabremos proponer con credibilidad la “Buena noticia de la familia”,
dijo.
«La Santa Sede,
como epicentro del catolicismo, ha pedido que no se “monopolice” el Sínodo de
la Familia con temas estrictamente occidentales, fruto de la publicidad de una
sociedad “hipersexualizada” y “erotizada”. Temas como puedan ser la
secularización, el divorcio o el auge legislador del matrimonio homosexual
(LGTB). Etc.
«Ante los
prelados, Francisco alertó nuevamente de los riesgos de “la codicia del dinero
y del poder” y del efecto que causan sobre los “malos pastores” que cargan
sobre los hombros de las personas “fardos insoportables” que ellos mismos “ni
siquiera tocan con un dedo»”. Alertó de quienes tienen la tentación de
“apoderarse” de la sociedad a causa de “una codicia” que “nunca falta en
nosotros, seres humanos.
“El sueño de Dios
siempre se enfrenta con la hipocresía de algunos servidores suyos”. Podemos
frustrar el sueño de Dios si no nos dejamos guiar por el Espíritu Santo”,
catequizó. Asimismo, «explicó que las asambleas sinodales como la que dio
inicio hoy “no sirven para discutir ideas brillantes y originales, o para ver
quién es más inteligente… Sirven para cultivar y guardar mejor la viña del
Señor, para cooperar en su sueño, su proyecto de amor por su pueblo”.»
Profel / C.E.B.F.s. (COMUNIDADES ECLESIALES DE BASE FAMILIARES) . Parroquia San Pablo Apóstol. (R. Dominicana)
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