martes, 29 de marzo de 2016

Y DE NUEVO LA VIDA

Nos ha entrado la Vida a boca llena en este marzo deshilvanado y desapacible. Nos ha entrado la Vida por entre las rendijas de nuestros cuerpos secos de sueños, cuarteados por la sequedad y la rutina. Nos íbamos quedando como cardenchas agostadas y cercenadas de solano.
    
suelo cuarteado

Y llegaste Tú, igual que entre las grietas de la carretera vieja se asoman a la luz las tercas hojas verdes de los abrojos tiernos que se niegan a quedar sin sueños, como la hiedra entre el cemento duro del muro que se arriesga a quedar ahogada,  así se ha descorrido la pesada losa del sepulcro gélido y nos ha brotado la Vida. La vida nos ha invadido porque es más fuerte que la muerte, más pertinaz que lo inerte, más obcecada  que la indolencia.

Hiedra en el muro
La Vida ha irrumpido en nosotros como crisálidas de mariposas, saliendo de letargos oscuros y se nos ha hecho Luz y Amor. Este es su testimonio, ser Luz y hacerse sueño, ser Luz y hacerse esperanza, ser Luz y hacerse verdad, ser Luz y hacerse justicia, ser Luz y hacerse Amor para para diluir  odios, para disipar indignidades, disolver mentiras, desvanecer tristezas, deshacer sombras de muerte.

casa con hiedra roja

En esta Pascua queremos rendir homenaje a dos compañeros del IEME que han entregado su vida al Padre para tenerla en plenitud. Pedimos al Padre de la Vida y al Señor de la Resurrección que les conceda la Vida por la que trabajaron y soñaron para sus hermanos. A ellos, a Santiago Tortosa y a Antonio Ónega. La celebración de la Eucaristía de hoy será un recuerdo y una presencia de vuestro festín con el Padre. Gracias por vuestro ejemplo y vuestra vida.

0 comentarios:

Publicar un comentario