Compañeros y hermanos:Esta tarde a las 15,34 se nos fue el amigo y hermano Antonio Ónega Pacín. Traía una situación bien precaria desde hace unos días. Desde hace meses la alimentación le resultaba difícil, a pesar del “sten” (cánula). Los últimos días le mantenía el suero, porque ni agua toleraba. Se ha mantenido bastante tranquilo por la morfina que recibía y no ha sufrido ni ha sido traumático su deceso.
Se fue como una vela que se va
apagando. Nuestro padre Dios ha sido misericordioso con él. Se ha visto rodeado
de las atenciones y cariño de muchas personas amigas que no lo han dejado ni de
día ni de noche, en especial Mariela Monge Vega y las religiosas hnas. de la
caridad.
Nos duele su partida, pero en las
manos de un Padre tan bueno ha llegado a la meta final y siempre soñada. Nos ha
dejado el compañero, hermano y amigo y aunque esperado y temido no deja de ser
doloroso tal suceso. ¡Descanse en paz!
Quiso siempre hacernos la vida
más agradable y amable. No siempre fácil para quien era amante de la vida, de
la tranquilidad y la paz imperturbable. Fue un luchador indesmayable por su
vida.
Supo ayudar y acompañar a toda
persona con problemas, con un consejo esperanzador y una oración alentadora,
devolviendo la paz a quienes la habían perdido. Pudo sentir la cercanía y el
apoyo de tantas personas que siempre quisieron estar y hacerse cercanas. Pudo sentir el poder de la
oración cuando se presentaron las horas y los días de oscuridad y de prueba:
lucha de la que supo salir triunfante y fortalecido. Supo ser hombre sereno,
tranquilo que en medio de una sociedad del consumo desenfrenado y la
superficialidad mantuvo la calma y serenidad. No se dejó conquistar por las apariencias
fastuosas del consumo y el engaño, de un bienestar ilusorio y aparente.
Ahora en las manos del padre
habrá hallado la verdadera y auténtica felicidad y bienestar sin mentira ni
engaño que nada ni nadie podrá arrebatarle. ¿Descansa en paz amigo, compañero y
hermano en las manos de un Padre con
corazón de Madre. Te enfrentaste a la última batalla - la más importante y
decisiva- con decisión y valentía y la ganaste. Sal a recibirnos cuando llegue
nuestra hora, que no puede tardar. La Palabra del Señor Jesús es Palabra de
esperanza que en ti ya se ha hecho verdad.
Hasta pronto
compañero, hermano y amigo Antonio.
José
Luis Gómez Barona.
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