Hoy se cumplen
100 años de La Carta que el Papa Benedicto XV escribió en abril de 1919 al
Arzobispo de Burgos Juan Benlloch pidiéndole la construcción del Pontificio y
Real Seminario de Misiones Extranjeras en Burgos, empresa en la que contará con
la colaboración de todo el episcopado español.
El nuevo
Seminario de Misiones Extranjeras se levantó sobre los felices cimientos del
Colegio de Ultramar que 20 años antes, en 1899, D. Gerardo Villota y Urroz,
sacerdote diocesano oriundo de Santoña (Cantabria) y canónigo de la
archidiócesis de Burgos, comenzó con recursos muy modestos comprando con sus
propios ahorros y la herencia de su padre unas casas en la calle Fernán
González de la capital burgalesa y ofreciendo becas a seminaristas que
sintieran esta vocación y quieran ir a las colonias de Ultramar.
Con la creación del Seminario de
Misiones Extranjeras el Papa Benedicto XV logrará que el clero secular español,
participe, como tal, en la actividad misionera de la Iglesia.
Por este
motivo, el pasado domingo 28 de Abril, segundo domingo de Pascua, Domingo de la
Divina Misericordia, El Instituto Español de Misiones Extranjeras (el IEME) -en
el marco incomparable de la catedral de Burgos-, empezó la celebración de su
centenario como familia misionera, que culminará en diciembre de 2020 fecha en
la que se inauguró el Seminario de Misiones que mandó construir Benedicto XV.
Gracias a 13TV
la retransmisión de esta Eucaristía nos unió a muchos enfermos misioneros y
personas mayores que tanto rezan y ayudan a los misioneros. Presidió la
celebración D. Ramón del Hoyo, burgalés, obispo emérito de Cuenca y de Jaén,
miembro de la Comisión Episcopal de Misiones.
Después de la
Eucaristía subimos muchos de los presentes a la Calle Fernán González, a cinco
minutos de la Catedral burgalesa, para bendecir la placa que recuerda la
presencia y ubicación de este Seminario de Misiones Extranjeras.
Resultó un día
muy emotivo y de dar gracias a Dios por el pasado y por estos 100 años. Pero no
nos podemos quedar ahí. Esto sucedió hace 100 años y conviene, cómo no, recordarlo
y celebrarlo pero es necesario seguir construyendo el presente y soñar para el
futuro. De ahí que el IEME quiere seguir siendo ese cauce misionero para
sacerdotes diocesanos de toda España que de forma temporal o de por vida se
comprometen con la misión en el aquí y ahora de nuestras Iglesias locales. Y
juntamente con los sacerdotes los laicos, a los que tenemos que apoyar y animar
en el compromiso misionero que como nos recuerda este año el MME todos por
razón de nuestro Bautismo somos ENVIADOS!!
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