PABLO VI: La Iglesia
al encuentro del hombre. AAS. 58 (1966,51-59) "Concluimos el
día de hoy el Concilio Ecuménico Vaticano II... La Iglesia del Concilio sí se ha ocupado mucho, además
de sí misma y de la relación que le une con Dios, del hombre tal cual hoy en
realidad se presenta: del hombre vivo, del hombre enteramente ocupado de sí,
del hombre que no sólo se hace el centro de su interés, sino que se atreve a
llamarse principio y razón de toda realidad.
El humanismo
laico y profano ha aparecido, finalmente, en toda su terrible estatura y, en un
cierto sentido, ha desafiado al Concilio. La religión del Dios que se ha hecho
Hombre, se ha encontrado con la religión -porque tal es- del hombre que se hace
Dios ¿Qué ha sucedido? ¿Un choque, una lucha, una condenación? Podía haberse
dado, pero no se produjo. La antigua historia del samaritano ha sido la pauta
de la espiritualidad del Concilio. Una simpatía inmensa lo ha penetrado todo.
El descubrimiento de las necesidades humana -y son tanto mayores, cuanto más
grande se hace el hijo de la tierra- ha absorbido la atención de nuestro sínodo.
Vosotros, humanistas modernos, que renunciáis a la trascendencia de las cosas
supremas, conferirle siquiera este mérito y reconocer nuestro nuevo humanismo:
también nosotros -y más que nadie- somos promotores del hombre".
El Papa Francisco
dice que ha elegido este día de la Inmaculada para inaugurar el Año de la
Misericordia por su gran significado en la historia reciente de la Iglesia:
"El quincuagésimo aniversario de la conclusión del Concilio ecuménico
Vaticano II. La Iglesia necesita mantener vivo este evento" (MV 3-4). ¡Demos gracias a
Dios!!!
Lo envía Tomás Durán, vicario de pastoral de Salamanca.
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