martes, 1 de diciembre de 2015

ALEGRÍA EN PLASENCIA POR ENVÍO MISIONERO

Lo que no se entiende con los ojos normales y corrientes SÍ SE ENTIENDE CON LOS OJOS DE LA FE: ayer cinco compañeros del IEME estuvimos en Plasencia para el “envío misionero” de Julián Martín Paniagua, hasta ahora colaborador de la parroquia de S. José y Delegado de Misiones de la diócesis. Muy pronto embarcará para el Nordeste del Brasil, a Bahía para incorporarse al grupo de misioneros que el IEME tiene en esa región nordestina del gran Brasil.

Bendición del Obispo



Y sí, todo era alegría. Comenzando por sus padres, Julián y Encarnación, ancianos ya y firmes como centenarias encinas cacereñas dando gracias a Dios por la vocación de su hijo, rezando y cantando. Alegría en los laicos de su parroquia que expresaron bellamente cómo con Julián habían aprendido a caminar como iglesia, juntos, y que generosamente lo querían compartir con la Iglesia hermana del Brasil. Alegría de sus hermanos sacerdotes, numerosos en la celebración, quienes gozosamente lo abrazaron mostrando el compromiso compartido y que seguirá en la distancia. Alegría de D. Amadeo, su obispo, no sobrado de sacerdotes, por supuesto, pero contento de colocar el crucifijo misionero a Julian y cumplir con su deber de pastorear la iglesia diocesana que es, por naturaleza, misionera. Y alegría de nosotros, como instituto misionero, al gozar con ese “goteo”-pequeño, es cierto- pero que esperamos no se corte, de sacerdotes de distintas diócesis españolas que se deciden por la misión universal…

Julián Martín

Fue una gran fiesta, sencilla y entrañable. Una celebración llena de símbolos, bien preparada y mejor vivida, en la que nadie tenía prisa y todos gozaban. Julián, seguro, estará aún recuperándose de tantas emociones al ir siendo envuelto por todos nosotros en un hermoso papel de regalo para que lo reciban muy pronto las encantadoras gentes del nordeste brasileño. A ellas se lo regalamos generosamente.


                                                                                                       José Mª Rojo G.

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