martes, 15 de septiembre de 2015

MISIONEROS SEGLARES IN MEMORIAM

La celebración de la Eucaristía de ayer lunes 14 de septiembre, fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz, estuvo muy concurrida y amenizada por miembros de la AMS. La AMS quiso recordar a todos aquellos miembros que han ofrecido su vida por la misión. Los recordaron con una lista de nombres recordando las palabra de Pedro Casaldáliga:

"Cuando el Señor me llame a su presencia me preguntará ¿has vivido? ¿has amado? y yo le enseñaré mi corazón lleno de nombres"

CELEBRACIÓN 1Presidió la Eucaristía Isidoro Sánchez. Subrayó en la Eucaristía el sacrificio que como Cristo en la cruz habían hecho todos los misioneros de la AMS entregándose a la humanidad, en las comunidades en las que habían asistido y servido. Son en cierta manera crucificados también en la entrega que han hecho.

CELEBRACIÓN 2


La celebración estuvo marcada por un ambiente misionero donde hubo momentos para compartir experiencias habidas con las personas a las que se recordaban. A parte del pensamiento que encabeza este escrito, se recordó el trabajo y la labor de los misioneros con el texto de Eduardo Galeano que a continuación expresamos:

 "Un hombre del pueblo de Neguá, en la costa de Colombia, pudo subir a lo alto del cielo. a la vuelta contó: dijo que había contemplado desde allá arriba, la vida humana. Y dijo que somos un mar de fuegitos.

-El mundo es eso-reveló-. Un montón de fueguitos.

Cada persona brilla con luz propia entre los demás. No hay dos fuegos iguales. Hay grandes fuegos y fuegos chicos y fuegos de todos los colores. Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento, y gente de fuego loco, que llena el aire de chispas. Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman; pero otros arden la vida con ¡tantas ganas! que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca se enciende.


CELEBRACIÓN 3

Posiblemente se referiría Eduardo Galeano a todas las personas que como estos misioneros han encendido la pasión por el encuentro con sus hermanos los seres humanos y especialmente los más descartados.

Entre quienes se acercaron a la celebración hubo personas muy recordadas y queridas como Margarita, esposa de Ildefonso Azopardo y Maria Paz, voluntaria en la casa. Tras la celebración el director general dio gracias por la presencia de estos misioneros en la casa y la disponibilidad de la misma para otros posibles encuentros. Tras esto todos se dispusieron para el  regreso a sus respectivas hogares.

CELEBRACIÓN 4

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