viernes, 12 de junio de 2015

¡¡Ay Corazón, Corazón partío!!

Canciones que tienen como tema el corazón son multitud, bien que lo lleven por título o que se entremezcle en el contenido de la letra, canciones de ayer, de hoy y probablemente canciones del mañana:  Ay corazón, Corazón partío, Mi corazón es tuyo, Disparo al corazón, Corazón contento, Corazón de melón, Corazón salvaje, En mi corazón vivirás, Baila mi corazón, etc etc, etc y los cantantes también se me hacen interminables, ya ni los conozco

 Corazón roto


Las canciones a través de sus símiles y metáforas, -no quito que estén en algún momento algo azucaradas, y qué-  desarrollan los temas profundos con los que nos debatimos cada día la inmensidad de los hombres y mujeres de este mundo –metámonos todos-. La experiencia me dice que el tema del corazón se vive en cada hombre y mujer, lengua y cultura, en cada esquina y calle de la vida.

Corazón con espino


La literatura ha tocado el tema de lo que vive y siente el corazón igualmente, posiblemente tanto como la música. Por citar sólo un libro de tantos como hay,  me referiré a la obra de Susanna Tamaro. “Donde el corazón te lleve”. Me ví con él en un regalo de esas personas que le han querido a uno “con el corazón”, en los momentos en que las decisiones se hacen terminantes. Narrativa sensible, un corazón abierto nos libera de miedos, de pesadumbres, soledades, amarguras, las cicatrices de la vida que aún supuran, los pensamientos ocultos que desquician de no ser curados, atendidos…. “Mi corazón, expresaba poéticamente Miguel Hernández- ya terciopelo ajado llama a un campo de almendras espumosas su avariciosa voz de enamorado...”

Sagrado Corazón

El lenguaje religioso y especialmente la devoción popular católica en torno al Corazón de Jesús toca el corazón de manera intensa. En estos días que se celebra su fiesta litúrgica, la imaginería y la letra de las oraciones y canciones proponen un lenguaje simbólico que a mí particularmente me descoloca y del que siento cierto reparo. Sin embargo me pregunto humanamente sobre cuál es la diferencia en los lenguajes de las canciones del mundo y de la piedad popular. Pienso que los temas que intentan cubrir reflejan los mismos sentimientos profundos que anidan en el corazón humano del amor, lo hacen con los estilos y contextos en los que surgieron. El desagarro, el dolor o llámese cruz que se produce en el amor, el drama de las experiencias de infidelidad, los compromisos pactados, el ofrecimiento, los deseos de unión mística o humana, la ansiedad, pero también el reencuentro, el perdón, el sosiego de la amada o del amado, el reposo, el gozo, …..el consuelo en los momentos duros de la vida,  podrían sugerirnos que la devoción al Corazón de Jesús no está tan  trasnochada.

Posit del Sagrado Corazón

La Escritura ha sido pródiga en revelar también sentimientos que se producen en el corazón como aquellas palabras del Cantar de los Cantares “El amor es fuerte como la muerte…las aguas torrenciales no podrán apagar el amor ni anegarlo los ríos (Cant 8, 6-7) El corazón es fuente de belleza y profundidad en el lenguaje, símbolos, cadencias, poesía. Habrá que afinar como lo hace la poesía enamorada de Juan de la Cruz por citar al más grande.

Sagrado Corazón moderno


Cuando hoy hablamos del Corazón de Jesús estamos expresando en humanidad toda la profundidad de los sentimientos que nos mueven a amarle y haber ofrecido lo que somos y vivimos. Por ese Corazón ha merecido la pena desposeerse, descolocarse, desajustarse, enloquecerse, ir contracorriente, aventurarse en las cosas del Reino, la misión,  ese es el corazón por el que nos hemos dejado llevar, un corazón salvaje que nos hace bailar con ritmos nuevos  y alegrías soñadoras.

              

Luis M. Avilés Patiño

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